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Entrevista:CARLOS FALCÓ | Viticultor | PERFIL

"Yo no me pongo piripi"

Con 74 años y cinco hijos, dice que, aparte de hacer vino y, últimamente, aceite, le hace feliz pasear por el campo, la jardinería, la botánica y la música, de los Beatles a Mozart, pero con goleada a favor de este último. Con tres matrimonios y varias relaciones más, comenta: "No he sido de amigotes. A mí las mujeres me han aportado mucho"

Pregunta. En la etiqueta de su último vino, El Rincón, escribe un poema. ¿El caldo le pone lírico?

Respuesta. Sí. A mí me encanta la poesía, pero escribo poca. Hice un esfuerzo, y ahí está. Aunque mis hijos me han prohibido firmarla [ríe].

P. Porque la calidad no es para desmayarse.

R. A mi hija Sandra le da un poco de vergüenza.

P. Últimamente le ha dado por el aceite.

R. Sí. En la finca de Toledo. Empecé con el vino, pero siempre pensé en el aceite. Producimos 70.000 botellas al año.

P. No sé lo que gana. Pero ¿qué pierde más, vino o aceite?

R. Ja, ja, ja. Ninguna de las dos cosas. No se pierde ni una botella.

P. Ahora no hay gran bodega sin un gran arquitecto. ¿Usted, ni Gehry ni Calatrava ni nada?

R. Hoy en día, con el vino de calidad se vende ilusión. Y no se hace con publicidad, sino con trucos de comunicación: un edificio bonito, o un jardín, como he hecho yo.

P. ¿Ha conducido piripi?

R. Yo es que no me pongo piripi. Bebo el vino muy despacito, lo saboreo, y suelo tomar comida con él.

P. Produce 385.000 botellas al año. ¿Cuántas se bebe usted solito?

R. Dos o tres copas por comida y día, media botella diaria. Al cabo del año, ciento ochenta y tantas botellas.

P. ¿Reivindica beber lo que quiera y conducir a la velocidad que le plazca, como Aznar?

R. Un Gobierno tiene la obligación de defender la salud de los ciudadanos. Pero que no nos defienda demasiado, que ya somos mayorcitos. Ahora, la libertad de uno acaba donde empieza la de los demás. Me figuro que Aznar respetará ese principio.

P. ¿Le salen por todas partes los títulos y las grandezas de España?

R. No. Tengo una grandeza de España por marqués de Castel-Moncayo. Los títulos no es que me sobren ni me falten. Es como si heredas una casa antigua. Intentas transmitirla en las mejores condiciones posibles.

P. Bachillerato interno en los capuchinos de Lecároz. ¿Qué hizo para reponerse?

R. Pues salir escapado con 17 años a la universidad a Bélgica.

P. De pequeño veraneaba en Estoril. ¿Le cundió, a efectos monárquico-borbónicos?

R. Sí. Mis padres iban a la Villa Giralda y tuve la suerte de conocer al Rey y a sus hermanos desde que éramos niños.

P. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen no reconoce sus caldos. ¿Es usted un chapucillas?

R. Son trucos de las denominaciones de origen para evitar la competencia. Al final, el Gobierno de Castilla-La Mancha nos dio la denominación de origen a la finca en 2002.

P. Veo que también le ha cundido ser amigo de Bono.

R. Me ha cundido. Les tengo mucho afecto a él y a Barreda. Le planteé a Bono qué hacer para que la región, la mayor extensión de viñedos del mundo, fuera conocida por los consumidores.

P. "Medimos el estrés de la viña". ¿No se está pasando?

R. En absoluto. Para que las viñas hagan uvas maravillosas tienen que estar un poco estresadas.

P. Y luego las manda al psicólogo.

R. No. Cuando ya están demasiado estresadas, les damos un poquito de agua.

P. Marqués y cazador: ¿qué más tiene de La escopeta nacional?

R. Pues una cosa importante: que se rodó en mi casa. Yo era amigo de Berlanga y del productor. El próximo año se cumplen 30 del rodaje y me gustaría hacer una pequeña celebración allí.

P. ¿Qué le falta en la vida?

R. Me gustaría escribir dos libros: uno que ya he empezado, Oleum, sobre el aceite de oliva y su historia; el otro, unas memorias dando mi parecer sobre todo lo que he visto.

P. ¿Comparte peluquero con Iñaki Anasagasti?

R. Ja, ja, ja. No. Nunca me lo he encontrado en la peluquería.

P. Confiéseme algún pecado.

R. Un poco de ingenuidad. Y me acusan de ser excesivamente autosuficiente. Probablemente será verdad, cuando me lo han dicho ya a lo largo de varios matrimonios.

P. Por cierto. Dicen que es ahorrador: ¿aprovecha la misma alianza en todas sus bodas?

R. No. Ellas no lo aceptan de ninguna manera. Lo tienen clarísimo.

P. Por su biografía, ¿su canción favorita es Viva el vino y las mujeres?

R. No tengo ningún inconveniente en suscribir esas dos vidas, pero tengo más en la recámara.

Carlos Falcó, marqués de Griñón, plantando botellas el pasado jueves en su finca El Rincón, de Aldea del Fresno, en Madrid.
Carlos Falcó, marqués de Griñón, plantando botellas el pasado jueves en su finca El Rincón, de Aldea del Fresno, en Madrid.ULY MARTÍN

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