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Entrevista:LOURDES FERNÁNDEZ | Directora de Arco

"A mí me va la samba"

Pregunta. Tiene contentos a los galeristas españoles. ¿Con usted llegó la polémica?

Respuesta. Lo que pasa es que este año ha habido una selección mayor, y ha habido más polémica. Sí, hay 26 expositores españoles menos que el año anterior, y 27 extranjeros.

P. Juana de Aizpuru, Rosina Gómez Baeza, ahora usted: ¿pedirán cuota los hombres?

R. Pues que la pidan. En el arte nos movemos muchísimas mujeres. Pero un hombre lo podría hacer igual.

P. Aplica a Arco la receta de Arzak: renovación de viejas fórmulas. ¿Qué se cocina aquí?

R. Sí, evolución hacia nuevas formas. Y se cocina un poco de todo. No con tanta sutileza como Arzak, pero trabajamos para innovar y mantener todo lo que ha hecho crecer a la feria.

P. Hay quien dice que Arco es una feria provinciana. Con mucho espacio institucional.

R. Provinciana, yo creo que no. Y las instituciones han mantenido durante años el arte contemporáneo en España. Hay que tener memoria.

P. ¿En el espacio de la Comunidad de Madrid debería exponerse a Esperanza Aguirre?

R. No, porque lo que se expone es arte contemporáneo.

P. ¿Y ella es más antigua?

R. Es que lo que se expone es arte.

P. ¿Brasil es el país invitado porque a usted le va la samba?

R. A mí me va la samba, pero la decisión de que sea el invitado la he heredado.

P. ¿En el arte contemporáneo no hay debate porque los artistas son Dios?

R. Dios no somos nadie, y nos equivocamos todos. Lo que pasa es que es difícil la crítica, porque el arte contemporáneo está en continua innovación.

P. Cuando se inaugura la feria, todos se pegan por ir. ¿Hay mucho entendido o buscan la foto?

R. Muchos buscan la foto, pero también hay una gran curiosidad.

P. ¿A usted qué le diferencia de la baronesa Thyssen?

R. Muchísimas cosas. No tengo nada que ver. Ella se mueve en un museo y yo en una plataforma de mercado. No me parezco en absoluto.

P. Ni se ha casado nunca con Tarzán, ni nada.

R. Bueno... No. La verdad es que no.

P. No estará haciendo de menos a su marido.

R. Tampoco [risas].

P. ¿Y se encadenaría a un árbol para defender sus intereses?

R. No. Yo los defiendo desde mi trabajo, día a día. No soy la baronesa.

P. Pues dicen que se mueve con muchos aires de grandeza.

R. Todo lo contrario.

P. ¿O sea que no cree ser la mayor obra de arte de la feria?

R. Ya me gustaría.

P. Sí parece que le van el fasto y el gasto: ha presentado Arco en Nueva York, en Londres en casa de los Foster...

R. No tengo pasión por el fasto y el gasto. Es una necesidad de internacionalizar la feria, y de buscar una cierta presencia internacional con otra imagen.

P. Llegó al cargo por una empresa cazatalentos. ¿Es usted la bomba?

R. No. No creo que sea la bomba. Fueron una serie de circunstancias. Además, había sido 15 años expositora de Arco, y estuve tres años en el comité de selección.

P. Si no es la bomba, ¿lo dejamos en que es un petardo?

R. Vale.

P. ¿Le cunde la protección del PP?

R. La feria depende de las instituciones madrileñas, pero mi puesto no es político, sino técnico. Por eso me escogió un cazatalentos.

P. ¿Para qué o para dónde es un trampolín su cargo?

R. Es que Arco es mi gran proyecto.

P. ¿Entonces es de las de Virgencita, que me quede como estoy?

R. Ah, no, no. Para nada. No sé si será un trampolín o un paso para luego hacer algo más silencioso, estar más cerca del arte y los artistas otra vez. Es lo que más echo de menos.

P. En una entrevista le preguntaron: "¿Qué cambios han florecido en su persona?". ¿No se desmayó?

R. Podría desmayarme, pero no me acuerdo de esa pregunta.

P. ¿Qué cambios han florecido en su persona?

R. Ja, ja, ja. Me voy a desmayar. Yo creo que muchos. Siempre se evoluciona. Y como directora de Arco asumes responsabilidades que te hacen reflexionar y madurar muchísimo más.

P. ¿Sólo ha florecido en lo profesional?

R. Personalmente siempre te afecta una situación de éstas. Pero creo que soy la misma en todo.

P. ¿Le da un toque tieso bañarse en invierno en la Concha?

R. Si no soy tiesa... Todo lo contrario. Hay quien me llama bizcocho.

Lourdes Fernández, preparando Arco.
Lourdes Fernández, preparando Arco.BERNARDO PÉREZ

Perfil

Con 46 años y dos hijos, esta donostiarra dice no conservar ni rastro de las monjas teresianas y tener auténtica pasión por el mar. Se tienta mucho la ropa antes de responder, y cuenta que admira a la gente con "coraje, disciplina y valor". Le gustan la música clásica y el jazz, el cine, esquiar e ir al monte. Está inscrita en un gimnasio en el que la ven más bien poco. Se considera muy trabajadora y gran cocinera: "De la nada hago cualquier plato".

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