"El Mediterráneo español es el mejor lugar para relajarse"

Los libros de viajes de Javier Reverte cuentan lo que hay en las esquinas del mundo que no tienen Zara ni sucursal del BBVA. Hace cuatro años, Reverte (Madrid, 1944) relataba en El río de la desolación un recorrido por el Amazonas, desde el nacimiento del río hasta su desembocadura. Este año ha vuelto a las librerías con El río de la luz (Plaza&Janés), 500 páginas que dan cuenta de un largo viaje por Canadá y Alaska.

No obstante, Reverte cambia los paisajes del río Yukon por los atardeceres a orillas del Mediterráneo a la hora de recomendar un lugar para ir de vacaciones. "El Mediterráneo español es el mejor lugar para relajarse, pero mejor fuera de la época tradicional de vacaciones. El clima es estupendo, no hay apreturas, la comida y las infraestructuras son excelentes. Y la gente, divertida y amable".

Reverte alaba la costa mediterránea por su "cultura, alegría, buen clima y paz". Nada como dar un paseo por sus playas, aunque matiza: "no para bañarse rodeado de niños que te echan tierra a los ojos". Tras la jornada de playa, "las montañas desnudas".

La comida mediterránea también le seduce, , especialmente "en mayo, el salmonete, que 'está en huevo'; es el mejor bocado del mar". Reverte destaca sin dudar el "mejor restaurante de todo el Mediterráneo: está en Garrucha y se llama El Almejero . Imposible de mejorar. Fríen y hacen plancha con pescados frescos como en ningún sitio. Su lema es 'de la mar, a la mesa'. Y es verdad".

Para alojarse, el escritor recomienda "Les Rotes, en Denia", y como destino para compartir con amigos o con la familia, "Port de la Selva, en la Costa Brava. Me gusta por la integrada belleza del pueblo y el entorno". Además, si el viajero se cansa de la playa, las sierras mediterráneas son otra opción: "están cerca del mar y tienen altura, clima fresco y mucho arbolado".

¿El lado feo? "Verano y Semana Santa", por la gran cantidad de gente que escoge estos lugares como destino vacacional y que pueden estropear los paseos que le gusta dar por "cualquier paseo mediterráneo bajo la brisa de la noche marina".