Raíles en la costa salvaje
El litoral gallego más abrupto y desconocido, en un ferrocarril, desde Ortigueira hasta Ferrol, los fines de semana durante julio y agosto. Paisajes espectaculares y la mejor gastronomía marinera.
A medio camino entre las Rías Altas y la ciudad herculina, A Coruña, se halla uno de los tramos más salvajes y desconocidos de la costa gallega, tan esquivo como fronterizo, entre el Atlántico y el mar Cantábrico. Desde la localidad de Ortigueira, cuna del Festival Internacional del Mundo Celta, hasta el Ferrol ilustrado y naval, la orografía de Galicia se estrecha para acercar la tierra al mar y cambiar mil veces de color, bajo los raíles de un ferrocarril que desde este sábado recorrerá este tramo del noroeste peninsular para desvelar a los viajeros los secretos escondidos de la Galicia más septentrional.
El tren turístico Ferrol-Ortegal circula tierra adentro sobre un manto verde que va sorteando las ondulaciones de la sierra de A Capelada, o tan pegado al borde litoral que en algunos tramos casi parece soltar la vela para atravesar navegando la ensenada de Mera, en Ortigueira.
El tren ofrece rutas alternativas de uno y dos días para sus viajeros que se balancean entre la magia de San Andrés de Teixido, las playas de Cariño -puntos turísticos, junto a Cedeira donde se llega en visitas en autobús- o los secretos del Ferrol ilustrado y racional. Los turistas pueden embarcarse cada sábado de julio o agosto en la estación de Ribadeo, para iniciar esta ruta de dos días por Ferrol y el cabo Ortegal.
Tras pernoctar en Ferrol, el tranvía partirá el domingo desde Ferrol rumbo al faro de Ortegal, bordeando la costa más agreste del Cantábrico occidental. Entre las paradas obligadas de este viaje está la Garita de Herbeira, uno de los acantilados más elevados de Europa, con más de 610 metros sobre el nivel del mar. La otra parada imprescindible es San Andrés de Teixido, un pequeño santuario casi aislado entre paredes de rocas verticales que siempre parece estar a punto de deslizarse sobre la pendiente.
Las largas playas de Cariño, la gastronomía marinera de Cedeira y la villa de Santa Marta de Ortigueira completan esta ruta de fin de semana.
