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Reportaje:RUTAS URBANAS

El laberinto en coche eléctrico

Pistas para disfrutar el Toledo fuera de ruta hasta el anochecer

Un nuevo emplazamiento para los 'grecos': en la Roca Tarpeya, un cigarral rodeado de viñedos. Una ruta para redondear la visita a la Ciudad Imperial. Y una pregunta: ¿dónde comer las mejores carcamusas?

Perderse por las intrincadas callejuelas de la judería, abandonarse a la fantasía de El entierro del conde de Orgaz en la iglesia de Santo Tomé o rendirse al abrumador gótico de la catedral son experiencias que todo viajero busca cuando visita Toledo. Pero junto a las paradas obligadas, la ciudad de las tres culturas ofrece también espacios atractivos aunque menos transitados. En sus interiores sobrecargados de historia, Toledo despliega lugares genuinos que sólo un toledano recomienda.

1 La nueva casa de los 'grecos'

Aquella roca que dominaba el río desde la cara oriental de la ciudad era su obsesión. En 1953, tras regresar de su periplo de más de una década en Latinoamérica, el escultor Victorio Macho logró levantar su casa y su taller aquí, en la Roca Tarpeya, un enorme pedrusco que pende sobre el barranco y por el que se despeñaba a los condenados a muerte en tiempos de la dominación romana. El lugar, proyectado por el arquitecto Secundino Zuazo, es hoy la sede del Museo Victorio Macho y de la Real Fundación de Toledo, que acoge este año numerosas obras del cercano Museo del Greco, actualmente en reformas (al menos hasta fin de año).

La visita ya vale la pena con tal de ver la disposición, en una sola pared, con la que se expone el apostolado del Greco, colocación que parece haber sido la que el pintor concibió originalmente para todo el conjunto y que es distinta a la que puede verse en la catedral de Toledo y en el Museo de Bellas Artes de Asturias. A la izquierda, seis apóstoles en dos filas de tres con sus miradas dirigidas a la derecha; a la derecha, los otros seis en dos filas mirando a la izquierda, y en el centro, el Salvador, mirando directamente al espectador. Una composición deslumbrante que hace redescubrir una vez más la genialidad del Greco, de quien también se pueden ver en esta misma sala obras como el San Bernardino, Las lágrimas de san Pedro o Vista y plano de Toledo.

También vale la pena visitar el Museo Victorio Macho, y disfrutar de su refrescante jardín y de las vistas que ofrece la Roca Tarpeya, hoy convertida en mirador; un lugar privilegiado desde el que se oye rugir al Tajo y se dominan el puente de San Martín y los cigarrales (casas de campo con huerta y frutales a orillas del Tajo). En la cripta se pueden contemplar bocetos de los encargos que realizó en Latinoamérica o la sobrecogedora estatua yacente de su hermano Marcelo, y en la sala principal, obras destacadas de su etapa realista, como Torso gitano, Autorretrato a los diecisiete años, Marinero vasco, o el retrato sedente de su madre, en piedra caliza, piedra gris y mármol. Y también el busto de Pasionaria, obra que fue encontrada tras la muerte del escultor oculta en la carbonera. Estaba metida en una caja con forma de ataúd, lo que hizo pensar a aquellos que la encontraron en un cadáver. Al abrir la caja descubrieron la imagen de Dolores Ibárruri, con la que Victorio Macho cargó durante su exilio y que al regresar a la España de Franco ocultó celosamente.

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2 Paseos en un coche eléctrico

Para todo aquel que pueda sentirse desmotivado por las empinadas cuestas de Toledo, la empresa E-tur ofrece, desde hace poco más de un año, la posibilidad de recorrer la parte vieja de la ciudad en un patinete eléctrico Segway con rutas por el casco histórico y la zona del embarcadero -un área junto al río que suele estar fuera de los circuitos turísticos-, además de itinerarios nocturnos y por bares de tapas; rutas que se estrenarán este mes. La misma empresa ofrece otra solución cómoda y divertida: alquilar un coche eléctrico similar a uno de golf, aunque más cómodo y con amplio maletero, que permite sortear con más agilidad que un automóvil las imposibles estrecheces de Toledo. Además, tanto para ir andando como para complementar uno de los dos vehículos se puede alquilar un GPS con audioguía sobre monumentos y rincones de la ciudad.

3 Una ruta de tapas

El recorrido destinado al picoteo se puede comenzar por la calle Alfileritos, donde el nuevo Alfileritos 24, una antigua casa sofisticadamente reformada, añade una nota de modernidad a la costumbre toledana de recompensar la caña de cerveza con una generosa tapa. En la misma calle, el Livingstone pone el toque extravagante: un local decorado al estilo del África colonial en el que las raciones son muy buenas y muy castellanas, a excepción, claro está, de las brochetas de cocodrilo. Al seguir por Alfonso X hay que parar en Kumera y probar una ración de huevos rotos con picadillo de chorizo, y, cerca de la catedral, El Botero es una de las últimas revelaciones, un local con decoración clásica y de buen gusto donde hay que probar su delicado carpaccio de pulpo.

Si lo que se busca es una buena ración de carcamusas, los toledanos son unánimes al señalar el lugar: el bar Ludeña, un clásico donde lo más vistoso es este típico guiso de carne de cerdo con tomate. Lo mismo sucede a la hora de comprar el mazapán; un toledano lo hace en Santo Tomé, el clásico obrador de la ciudad que sigue cociendo el mazapán sobre tabla de madera. Así es como elaboran su especialidad, el mazapán delicia, bañando y rellenando a mano con yema de huevo cada pieza.

4 El vino del cigarral

Adolfo Colección es la última novedad de Adolfo Muñoz, padre del reputado restaurante Adolfo. Se trata de un moderno espacio gourmet donde, además de servir un selecto menú de tapas en el que se coquetea con las fusiones (como ejemplo, la brocheta de cordero al curry sobre meloso de trigo), se pueden encontrar productos culinarios de los cinco continentes, desde wakamé (algas japonesas) hasta los más selectos aceites y quesos. En la tienda predominan los vinos de La Mancha, entre los que se encuentra el Pago del Ama, caldo que el propio Muñoz elabora en el cigarral Santa María, edificio construido con ladrillos y madera procedentes de una bodega manchega del siglo XI. El sitio ofrece la impresionante panorámica de Toledo que se espera de un cigarral, y aunque sólo organicen grandes convites (bodas, congresos...), se pueden concertar almuerzos o cenas a partir de 15 comensales.

Al descender de los cigarrales por la carretera de circunvalación se alcanza La Ermita, establecimiento encaramado sobre el barranco que en los últimos cinco años ha ido añadiendo color a la escena culinaria toledana con las modernas creaciones de su joven chef Juan Domínguez. Sus maravillosas vistas desde el otro lado del río se disfrutan más a la luz del día.

5 Una noche toledana

Locum es el local de moda si se busca un entorno joven e innovador para cenar. Se trata de una preciosa casa del siglo XVI con patio cubierto de tres alturas, a la que iluminación y atrezzo ponen el giro contemporáneo, así como su carta, que aporta un giro moderno a carnes y pescados. Los postres son elaborados con mimo, y algunos, como el chocolate caliente y cremoso con regaliz y vainilla, pueden ser la perdición para los golosos.

En Toledo es costumbre disfrutar de la puesta de sol en los alrededores del paseo de Recaredo y la robusta Puerta de Cambrón. En verano, un plan ideal puede ser picar algo en la cercana y acogedora taberna El Antojo y, como colofón, tomar un cóctel en la terraza Recaredo contemplando la puesta de sol. Así, la noche se abre camino a ritmo de bossa nova elegante, mientras la juventud toledana va llenando este sofisticado bar de copas al aire libre.

Un coche eléctrico pasa delante de la catedral de Toledo. Tiene capacidad para llevar a cuatro personas, y alquilarlo durante dos horas cuesta 40 euros.
Un coche eléctrico pasa delante de la catedral de Toledo. Tiene capacidad para llevar a cuatro personas, y alquilarlo durante dos horas cuesta 40 euros.SANTI BURGOS

GUÍA PRÁCTICA

Visitas- Museo Victorio Macho / Real Fundación de Toledo (925 28 42 25; www.realfundaciontoledo.es). Plaza de Victorio Macho, 2. De lunes a sábado, de 10.00 a 19.00. Domingos, de 10.00 a 15.00. Entrada, 3 euros.- Obrador de confitería Santo Tomé. Santo Tome, 3, y plaza Zocodover, 7.Comer- Alfileritos 24. Alfileritos, 24.- Livingstone. Alfileritos, 4.- Kumera (925 25 75 53). Alfonso X, 2.- El Botero. Calle de la Ciudad, 5.- Bar Ludeña. Pza. de la Magdalena, 13.- Adolfo Colección (925 22 42 44). Nuncio Viejo, 1.- Cigarral de Santa María (925 25 26 94). Cerro del Emperador, s/n.- Locum (925 22 32 35). Calle del Locum, 6. Unos 45 euros por persona.- La Ermita (925 25 31 93). Carretera de Circunvalación, s/n. Unos 40 euros.Información- E-tur (925 21 67 80; www.e-tur.es). Plaza de Zocodover, 2. Alquilar el coche eléctrico durante dos horas cuesta 40 euros. Los paseos con conductor de media hora cuestan 9 euros, y los de una hora, 15. Las rutas en Segway de media hora cuestan 12 euros; las de una hora, 20, y las de dos, 30. El alquiler del GPS con audioguía durante un día (ocho horas) cuesta 25 euros.- www.toledweb.org- www.t-descubre.com.

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