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Un subinspector de policía, condenado a siete años de prisión por drogas

Se le acusa de facilitar información a traficantes de Móstoles No ha podido acreditare que recibiera dinero a cambio

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al subinspector de policía Carlos G.L. a una pena de siete años de prisión por un delito contra la salud pública por el que tendrá que pagar además una multa de 3.500 euros. El agente está acusado también de otro delito de revelación de secretos; en este caso, se le obliga a pagar durante 14 meses una multa diaria de seis euros. La sentencia le inhabilita para ejercer cualquier empleo o cargo público durante ocho años y seis meses.

El fallo considera probado que el acusado ofreció, entre febrero y octubre de 2007, protección e información a diferentes traficantes de la zona de Móstoles, donde este policía realizaba su labor. En el transcurso del juicio no ha quedado probado, eso sí, que recibiese algún tipo de compensación económica a cambio.

Dicho subinspector estaba destinado en la comisaría de Móstoles en calidad de jefe de grupo de Policía Judicial. Así, Carlos G. L. se encargaba, entre otras cuestiones, de la investigación del tráfico de drogas en esta localidad del sur de Madrid. Según la sentencia, el acusado aprovechó su posición para facilitar información al gerente del pub Yosix, ubicado en esa localidad, a pesar de que sabía que traficaba con hachís, marihuana y cocaína. Carlos G.L se había puesto de acuerdo con él para ofrecerle su protección. De tal forma que, en lugar de investigarle y detenerle, le informaba sobre la actividad de otros policías para que no fuera descubierto.

En otra ocasión, este subinspector avisó a otro traficante de que iban a detenerle por un delito contra la salud pública. Este policía le aconsejó que dijera que cuando se cometieron los hechos, él estaba en Marruecos. Para ello le explicó cómo podía pasar la frontera sin ser detenido. Pero al regresar a España, el camello fue arrestado. Al salir de prisión, se puso en contacto por teléfono con el acusado para explicarle lo que había sucedido.

La investigación se inició después de que la Policía Local de Móstoles recibiese una llamada en la que se les alertaba de que el condenado podría estar protegiendo a dos locales de este municipio que se dedicaban al tráfico de drogas. La investigación se cerró, pero las repetidas quejas de los vecinos sobre la forma de actuar de este policía motivaron que sus compañeros de asuntos internos de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil intervinieran el teléfono de los implicados. Carlos G.L. fue detenido en octubre junto al gerente del pub Yosix de Móstoles. En el registro de este bar, la Policía se incautó de 56, 94 gramos de hachís y 2,48 gramos de cocaína. Según los cálculos de este estamento, el valor del gramo en el mercado es de 4,48 euros y el de la cocaína 60,22.

El Juzgado de Instrucción nº 3 de Móstoles decretó en octubre de 2007 prisión provisional para ambos aunque en diciembre de ese mismo año fueron puestos en libertad. A pesar de que en un principio se acusaba a Carlos G. L de haber cobrado una cantidad cercana a los 2.000 euros por su protección, durante la vista no ha podido acreditarse tal extremo. El gerente del bar, por su parte, ha sido apartado de la causa al no habérsele podido localizar, al igual que al segundo traficante. Junto a Carlos G.L han sido condenados, a una pena de un año y otra de un año y seis meses, dos colaboradores del propietario del bar de Móstoles.

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