Las cenizas de Ayala reposan en Granada
Los restos están bajo un limonero del palacete Alcázar Genil, donde se ubica la sede de su Fundación
Las cenizas de Francisco Ayala reposan ya bajo un limonero del palacete Alcázar Genil de Granada, sede de la Fundación que lleva su nombre y que ha renovado hoy, al cumplirse un mes de la muerte del escritor granadino, el compromiso de perpetuar su legado en un acto al que ha asistido su viuda, Carolyn Richmond.
A este emotivo acto en memoria del escritor, el primero celebrado en su ciudad natal desde su fallecimiento el pasado 3 de noviembre en Madrid, ha precedido una reunión del Patronato de la Fundación Francisco Ayala en la que ha sido aprobado el presupuesto de 2010, con 265.100 euros, la programación y el nombramiento de Richmond como presidenta de honor de este organismo, cargo que ocupó su marido.
La ceremonia, sencilla y emotiva, ha tenido lugar en el palacete sede de la Fundación, donde desde el martes pasado reposan las cenizas de Ayala en una urna biodegradable bajo un limonero rodeado de naranjos y ubicado a escasos metros de donde se ha celebrado el acto, presidido por la consejera andaluza de Cultura, Rosa Torres.
"Francisco mi marido, Ayala el escritor" es el título del texto que ha leído Richmond durante la ceremonia, en la que ha aludido a la "compeneración y fina complicidad" de la que llegó a gozar la relación de ambos y que "en este momento de profundo duelo", ha dicho, echa "terriblemente
de menos".