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'El bebedor de absenta', a subasta tras cuatro años de litigio

Una vez resuelta la querella sobre su propiedad, la obra de Picasso se venderá por un precio estimado entre 33 y 44 millones

El bebedor de absenta, uno de los cuadros más famosos del periodo azul de Picasso, será vendido en subasta por la casa Christie's de Londres el próximo 23 de junio por un precio estimado entre 30 y 40 millones de libras (33 y 44 millones de euros aproximadamente), tras haberse resuelto la querella que pesaba sobre la propiedad de la tela.

Pintado en 1903, el cuadro es un retrato que Picasso hizo a su amigo Ángel Fernández de Soto y, según Jussi Pylkkanen, presidente de Christie's en Europa "una de las obras de arte más importantes que han salido a subasta en las últimas décadas".

El bebedor de absenta pertenece a una fundación controlada por el compositor británico Andrew Lloyd Webber, autor de comedias musicales como El fantasma de la ópera o Cats.

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En 2006 anunció su intención de subastarlo pero hubo que retirarlo cuando Julius Schoeps, nieto de una hermana del banquero judío berlinés Paul von Mendelssohn-Bartholdy, reivindicó su propiedad ante la justicia alegando que su tío abuelo había tenido que vender la obra de arte en 1934 presionado por la persecución nazi. El pasado mes de febrero, uno de sus abogados anunció que se había llegado a un acuerdo con la Fundación Andrew Lloyd Weber y renunciaba a sus pretensiones.

La obra <i>El bebedor de absenta</i>, de Picasso en la casa de subastas Christie's.
La obra El bebedor de absenta, de Picasso en la casa de subastas Christie's.REUTERS

El Picasso del periodo azul

El Retrato de Angel Fernández de Soto es una de las obras más conocidas y admiradas de la época azul de Pablo Picasso, la más impresionista del pintor español, que se extendió desde el cuarto trimestre de 1901 hasta el segundo de 1904. El genio malagueño (1881-1973) pintó este retrato, también conocido como El bebedor de absenta (ajenjo), en 1903.

El lienzo, de 69,5 por 55,2 centímetros, ofrece la imagen de Angel Fernández de Soto, un amigo y compañero de parranda de Picasso, a quien conoció en 1899 en el café Els Quatre Gats (Los Cuatro Gatos) de Barcelona. De Soto era un hombre bohemio de la Barcelona de principios de siglo, que se ganaba la vida trabajando para una compañía que importaba especias y otros productos coloniales. A pesar de encontrarse prácticamente en la ruina, siempre se paseaba por la ciudad condal con un aspecto muy cuidado, hasta que murió en 1938, víctima de la Guerra Civil española.

Para coleccionistas y críticos de arte, el cuadro tiene un valor particular porque el modelo estuvo estrechamente vinculado con la vida y obra del artista. Esta obra refleja algunas de las características principales del arte del Picasso de la época azul, periodo que comienza como consecuencia del suicidio de un amigo suyo en París. En sus obras de esos años, Picasso casi siempre utiliza tonos azules y representa personajes escuálidos, frecuentemente mendigos, alcohólicos y prostitutas con expresión trágica, y cuerpos y formas ligeramente alargadas que recuerdan el estilo de El Greco. Según los expertos, todos los cuadros de la época azul de Picasso reflejan la miseria, la angustia y el aislamiento de la figura representada.

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