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Calderón declara que el Bernabéu no se identifica con el club

El presidente del Real Madrid habla sin pelos en la lengua en una entrevista en la revista Champions

El presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, declaró a Champions, la revista oficial de la UEFA, que se ha enfrentado a la oligarquía financiera: "Les he quitado su juguete y eso les ha desconcertado porque creían que la presidencia se podía comprar". El presidente madridista explica también por qué considera que el Santiago Bernabéu es un teatro: "No hay una identificación con lo que es el club, ni siquiera con la ciudad. El 80% de nuestros seguidores no son madrileños, así que vivimos en el único lugar del mundo en el que se censura al equipo que gana, el nuestro".

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Calderón asegura que en el Real Madrid no está permitido decir ciertas cosas: "No puedo decir, como Joan Laporta (presidente del Barcelona), que vamos a estar un año en el desierto, porque el madridismo no me lo permitiría".

La entrevista, precisa la revista de la UEFA, fue realizada antes de las polémicas declaraciones de Calderón del 16 de enero, en las que fue grabado, durante una charla con universitarios, criticando a los jugadores. Calderón manifestó a Champions su optimismo con respecto a la Liga de Campeones: "No será fácil llegar a Atenas (sede de la final), pero llegaremos... y ganaremos.

"Nací optimista por cuestión de genes", añade, "y soy de los que han tenido suerte en la vida. Una victoria tiene valor un día, porque a los cuatro puedes perder y entonces es esto lo que importa; un título adquiere una vigencia puntual, pero en cuanto lo consigues has de empezar a luchar por alcanzar otro. En este club, lo bueno y lo malo dura 24 horas".

Sobre la gestión del club, se manifiesta partidario de la división de poderes: "Para mí era esencial que el presidente no fuera tan importante, que el club funcione como una gran empresa y para ello las parcelas tienen que estar perfectamente delimitadas".

Calderón también pone algún ejemplo de anteriores presidentes: "Aquí, antes, el presidente era clave y eso se comprendía porque los tiempos eran otros. A comienzos de los años setenta, cuando Luis de Carlos sucedió en la presidencia a Santiago Bernabéu, tenía una gran preocupación porque tomó el relevo con una cuenta negativa de 120 millones de pesetas (lo que serían ahora unos 700.000 euros). Eso refleja la diferencia de situaciones con el momento actual y la dimensión que ha alcanzado el Real Madrid. Ante eso, no podemos permitirnos el lujo de que una sola persona sea la que maneje el club".

Para Calderón, "el fútbol ya no es sólo un deporte; es, también, una industria del espectáculo. Lo que pasa en el campo cada domingo y lo que eso genera era antes el 95% de lo que podía ingresar el club; ahora es de apenas el 20%. El resto hay que buscarlo por otros lados".

"Hay que ganar", añade, "y ganar jugando bien, dando espectáculo, si es posible, pero no podemos prescindir de la marca que tenemos. No podemos decir que hay que sudar la camiseta, que debemos mostrar coraje... Con eso ya no basta. La riqueza de un club se crea así, pero se crea, fundamentalmente, con otras cosas, porque aquí, cada cuatro años corres el riesgo de que te quiten de en medio".

"Yo, por ejemplo", prosigue, "he tenido problemas para firmar contratos porque me han dicho: Ramón, que a lo mejor tú ya no estás dentro de un tiempo . Hubo uno, incluso, cuyo nombre no daré, pero que quería ser presidente, que me dijo que había que acabar con el chic del merchandaising".

"Cuatro años son muchos"

Calderón cree que no estará mucho tiempo en el club. "A mí no me produce ninguna asfixia ser presidente del Real Madrid. No me siento ni presionado, ni cautivo. Creo, además, que será para poco tiempo. Para una legislatura. Cuatro años aquí son muchos. Comen".

"La verdad es que me he enfrentado a la oligarquía financiera y les he quitado su juguete", asegura. "Eso les ha desconcertado, porque son de ese tipo de personas que, a los demás, a los que no somos como ellos, ni nos consideran. Están desconcertados. Pensaban que la presidencia se podía comprar".

En cuanto a la plantilla, considera que es asunto del entrenador: "El vestuario es el que ha querido tener Fabio Capello y los jugadores son los que ha decidido el cuerpo técnico. Fabio me dijo que no pensara que podíamos jugar como el Barcelona, porque si lo hacíamos no íbamos a ganarles. Al contrario: nos iban a pasar por encima".

"Me anunció que debíamos ser nosotros los que saliéramos como el séptimo de caballería para, después, esperarles", explica recordando el partido contra el Barcelona en el Bernabeu. "Dibujó perfectamente el encuentro que acabó 2-0. Mi equipo va a jugar tan bien como el Barcelona, pero hay que esperar. Esta casa estaba en ruinas. No podíamos perder más".

Ramón Calderón tampoco se olvida de las nuevas incorporaciones: "Hemos fichado a tres de los jóvenes con mayor proyección mundial: Marcelo, Higuaín y Gago. Lo hemos hecho porque era necesario. El club no puede detenerse. Tenemos que contratar a jugadores emergentes por nosotros mismos y para evitar que alimentan a nuestros rivales. Florentino (Pérez) decía que los jugadores que costaban menos de 30 millones de euros no eran interesantes, pero de esa idea no participamos".

Ramón Calderon, en un momento de su conferencia en Palma.
Ramón Calderon, en un momento de su conferencia en Palma.EFE

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