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CICLISMO | TOUR DE FRANCIA

Sastre hace historia en París

El ciclista madrileño se proclama vencedor de la ronda y séptimo ganador español

"Ahora sí que he hecho realidad el sueño de mi vida", afirmó el español Carlos Sastre desde lo más alto del podium de París a la multitud que saluda su triunfo en el Tour de Francia de 2008. "Gracias a todo el mundo, he hecho realidad mi sueño", ha repetido on el micrófono en mano en tres idiomas, francés, inglés y español. Acaba de recibir el último maillot amarillo, el que cuenta, de manos del alcalde de París, Bertrand Delanoe, ajustado como siempre por Bernard Hinault, el quíntuple ganador del Tour, el rostro de todos los podios.

Sonriente, acompañado de sus dos hijos, Claudia, de seis años, y Yeray, de cuatro, Sastre posa para una foto histórica, con el Arco del Triunfo de fondo y el himno español, raudo como un ciclista en fuga, como música de fondo. A su diestra, el australiano Cadel Evans tiene el rostro largo, serio, de pocos amigos. Hace carantoñas a los hijos de sastre pero no está cómodo en ese podium que conoce tan bien. Fue segundo el año pasado. A la izquierda está Bernhard Kohl, que saborea vestido con el maillot de puntos rojos, el de la montaña, el tercer escalón del podium como un premio gordo, el más grande de ningún austríaco en el Tour.

"Esta carrera ha llegado al fin que yo buscaba, es una sensación muy especial, ver toda la gente que hay aquí te trae a la mente muchos sentimientos que se acumulan durante tantos días. Me siento feliz", afirma Sastre nada más bajar del podium.

El sueño hecho realidad

El belga Gert Steegmans (Quick Step) se llevó al sprint una última etapa del Tour de Francia, disputada este domingo sobre 143 kilómetros entre Etampes y los Campos Elíseos de París, en la que el español Carlos Sastre (CSC) cruzó la línea de meta con el maillot amarillo de líder, convirtiéndose, así, en el nuevo vencedor de la ronda gala y en el séptimo ciclista nacional que conquista la Grande Boucle.

Tras su espectacular demostración en la contrarreloj del sábado, en la que confirmó su progresión en esta especialidad al ceder tan sólo 29 segundos con su principal rival, el australiano Cadel Evans, Sastre recibió el reconocimiento y el homenaje de todo el pelotón por la consecución de su primer Tour. A ritmo lento y con las habituales vueltas a un circuito parisino que recorre los puntos más emblemáticos de la ciudad, esta última etapa de la ronda gala dejó las tradicionales estampas de celebración para los ganadores de las diferentes clasificaciones.

Así, Sastre posó con todo su equipo, el CSC, que, además, se llevó el premio al mejor conjunto del Tour, así como con los ganadores de los diferentes maillots, el austriaco Bernhard Khol (Gerolsteiner) el de puntos rojos de la montaña; el luxemburgués Andy Schleck (CSC) el blanco de mejor joven; y Freire el verde de la regularidad. En la última jornada del tercer Tour consecutivo que se apunta un ciclista español, tras los logrados por Óscar Pereiro (2006) y Alberto Contador (2007, también se pudo ver el ya típico brindis con una copa de ''champagne'' del maillot amarillo, que se mostró exultante durante estos primeros kilómetros de fiesta en el pelotón.

Con la llegada a la capital francesa, la atención se centró ya en la lucha por la etapa, que como viene siendo habitual, a pesar de tímidas fugas que no pusieron en apuros al pelotón, se decidió en un sprint en el que el más rápido fue el belga Gert Steegmans, que evitó que su equipo se marchara del Tour sin victorias. Entre los integrantes del gran grupo también cruzó la última línea de meta de esta edición de la carrera francesa Carlos Sastre, que, de esta manera, se convertía en el séptimo español en conquistar París, tras Federico Martín Bahamontes, Luis Ocaña, Pedro Delgado, Miguel Indurain, Óscar Pereiro y Alberto Contador, y escribía un nuevo capítulo glorioso en la historia del ciclismo y del deporte nacional.

Con estos últimos 143 kilómetros se puso fin a una ronda gala, que, además de la victoria de Sastre, que comparte podio con Evans y Khol, dejó las victorias de los españoles Alejandro Valverde y Luis León Sánchez, del Caisse d'Espargne) y Óscar Freire (Rabobank). Además, la buena salud por la que atraviesa el ciclismo español se completó con el séptimo puesto de Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi) y el noveno de Alejandro Valverde (Caisse d'Espargne).

Freire, primer 'maillot' verde español

El corredor cántabro Óscar Freire (Rabobank), tres veces campeón del mundo, se ha convertido este domingo el primer ciclista español de la historia en conseguir el maillot verde del Tour de Francia, que premia al campeón de la regularidad en la ronda gala. El velocista del Rabobank, que a pesar de sufrir en Los Alpes consiguió terminar su segundo Tour (tres abandonos en cinco participaciones), superó en la clasificación final del maillot de los regulares al noruego Thor Hushovd y al alemán Erik Zabel.

Hasta ahora, y después de 55 años (1953), año en el que la ronda gala instauró el premio, ningún corredor nacional había sido capaz de vestirse en los Campos Elíseos con el la malla verde, logro que ha conseguido el ciclista del cantábrico, merced a una lección de regularidad y saber hacer sobre el asfalto galo.

De gregario a emperador

Tras 11 años de profesional y miles de kilómetros en sus piernas; después de quedarse varias veces a las puertas de la gloria, Carlos Sastre consiguió hoy por fin el triunfo en una gran vuelta, y lo hizo de la mejor manera posible y en el mejor escenario imaginable, el Tour de Francia. Constancia, trabajo y regularidad han sido sus mejores bazas, sus mejores virtudes. El madrileño, de 33 años, ha sido la imagen de la fortaleza en los momentos críticos, como el Alpe D'Huez, un coloso reservado a los más grandes. Allí Sastre comenzó a fraguar su victoria en la ronda gala. Pero a sus cualidades como escalador ha sumado su eficacia en las distancias cortas. Protegido por las alas del maillot amarillo consiguió mantener sin problemas el liderato y proclamarse campeón virtual de la ronda.

Ganador en escuelas, batallador en cadetes, completo, responsable, líder y con enorme visión en juveniles, los primeros pasos bajo la sabía tutela y dirección deportiva de su propio progenitor le llevaron al destino por el que pasaba toda la materia prima de calidad formada en El Barraco: el equipo sub-23 de Banesto.

Ya como profesional, dio el salto al eterno rival, la ONCE, donde se fue forjando como gregario de corredores como Laurent Jalabert, Abraham Olano o Joseba Beloki. Allí estrenó su palmarés ganando una etapa en la Vuelta a Burgos 2001. Pese a ello, siempre quiso progresar, de ahí que cuando recibió la oferta de Bjarne Riis en el año 2002 para formar parte del CSC Tiscali, no lo dudó ni un momento. En el equipo danés tuvo que sacrificarse en muchas carreras por su compañero Tyler Hamilton, pero poco a poco comenzó a gozar de un amplio margen de libertad para conseguir sus propios objetivos.

Su décimo puesto en la general del Tour 2002, donde fue el único que aguantó la rueda de Armstrong en la etapa de La Plagne, fue el premio a su ciclismo valiente y ofensivo y le valió ganarse la confianza de su director. La progresión de Sastre, desde entonces, ha sido regular y ascendente en las pruebas de gran fondo.

La temporada 2006 marcó su mejor registro en una ronda gala en la que, tras un excepcional trabajo en el Giro para su compañero Basso, tuvo que ejercer inesperadamente de jefe de filas. Terminó cuarto en París, tras rondar la posibilidad de victoria en la fase decisiva de la carrera. Al año siguiente, con más confianza y experiencia en el liderazgo del equipo, repitió el cuarto puesto en el Tour y terminó segundo en la Vuelta, campaña en la que comenzó a cimentar su triunfo en la ''Grande Boucle'' de esta edición. Una victoria que llega tarde, pero que premia, con toda justicia, la valentía y el afán de superación de un gregario de lujo reconvertido en un jefe de filas constante y regular.

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