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RALLY DAKAR

"Al Dakar le gusta dar sorpresas, no está todo escrito todavía"

El piloto catalán del equipo Repsol analiza la carrera para los lectores de ELPAÍS.com

De nuevo aquí con vosotros, pero ahora os escribo desde Fiambalá. Desde que hablé con vosotros, han pasado ya muchas cosas, algunas buenas, y otras no tanto para los intereses del Team Repsol Mitsubishi. Perder a Hiroshi [Masuoka] el primer día no fue una buena noticia, porque saber que se retiraba por un problema en el motor de su coche no fue una buena señal. Es cierto que todos en el equipo sabíamos que corríamos un gran riesgo este año, porque venimos al Dakar con un coche completamente nuevo, con una tecnología, la Diesel, que todavía no conocemos como nuestros rivales. Pero todos, en su momento, tomamos la decisión conjunta de tomar esta nueva vía de desarrollo y es ahora, cuando las cosas no van tan bien, cuando un buen equipo debe demostrar eso, que es un buen equipo.

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Siento que estoy en el mejor equipo y con el mejor coche, aunque todos éramos conscientes antes de venir aquí que no teníamos la experiencia de otras marcas con el motor diesel, así que haber conseguido llegar hasta aquí como lo hemos hecho, ha sido un gran resultado para nosotros. Por supuesto que nos gustaría estar con los cuatro coches en este momento luchando por ganar la carrera, pero esto es la competición, hemos ganado los últimos 7 años y no siempre se puede ganar. Pero lo importante es que a pesar de nuestra situación, en el equipo sigue habiendo el mismo espíritu y dedicación de siempre, y eso es muy importante.

Primero perdimos a Hiroshi, luego fue Luc [Alphand] por indisposición de Gilles [Picard] durante la etapa de San Rafael a Mendoza. Ese día quedó claro que en nuestro equipo, el valor humano es lo primero, las personas siempre estarán por encima de los resultados. Y por último, Stéphane [Peterhansel] también tuvo que retirarse, esta vez por problemas mecánicos después de haber tenido un par de días antes un fuerte accidente con su Mitsubishi Lancer. Así que justo en la etapa de descanso en Valparaíso, ahí nos encontramos, mi copiloto Lucas [Cruz] y yo mismo, como únicos representantes del Team Repsol Mitsubishi Ralliart. Más de 60 personas trabajando sólo para nosotros dos. Sin duda, una gran responsabilidad.

Pero creo que, a pesar de que ahora os escribo desde Fiambalá, ocupando la cuarta posición y a 1 hora y trece minutos del líder de la prueba -mi compatriota Carlos [Sainz]-, estoy orgulloso de lo que hemos hecho con Lucas y con todo el Team Repsol Mitsubishi Ralliart. Con Lucas nos marcamos un ritmo rápido pero seguro en la primera mitad del raid, conscientes de que la carrera iría haciendo su selección natural. Y así llegamos a Valparaíso, en Chile, cuartos a 29 minutos del líder, con el coche intacto y con muchos kilómetros de carrera todavía. Era una buena situación y una gran oportunidad para los dos de demostrar nuestro potencial. Y así salimos a competir después del día de descanso.

El primer día, de Valparaíso a La Serena, nos encontramos con unas pistas muy rápidas tipo WRC, y con un coche que funcionaba mejor que en la primera mitad. El resultado fue quedarnos sólo a 4 minutos de los coches y pilotos con más experiencia en este tipo de especiales. Seguíamos ahí, seguíamos con posibilidades. Lucas y yo estábamos totalmente concentrados, y nos sentíamos plenamente respaldados por todo el equipo, lo que nos daba un plus de motivación. Pero en la siguiente etapa, la de La Serena a Copiapó, tuvimos problemas mecánicos -el motor subió mucho de temperatura-, y ahí perdimos mucho tiempo. Nos fuimos atrás, casi a una hora del líder, y a partir de ese momento, tuvimos que asimilar que ya no dependíamos sólo de nosotros mismos para luchar por la victoria. Terminar en el podio pasaba a ser nuestro principal objetivo.

Ahora, en Fiambalá, somos conscientes de que la victoria ya no está prácticamente a nuestro alcance, aunque todavía queda mucho Dakar, y esta carrera me ha enseñado que nada de lo que planeas saldrá como esperas. Así que hay que esperar, completar las etapas que restan y llegar a Buenos Aires. Al Dakar, no lo olvidéis, le gusta dar sorpresas. Así que no está todo escrito todavía.

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