La directiva del Liverpool acuerda la venta del club a los propietarios de los Red Sox

La directiva del club de fútbol Liverpool ha acordado la venta del club a la compañía New England Sports Ventures (NESV), propietaria, entre otros, del club de béisbol estadounidense Boston Red Sox, según anuncia en la página web del club. NESV es un grupo que además del club de béisbol de Boston es propietario de la New England Sports Network, del grupo Fenway Sports y de Rousch Fenway Racing.

El presidente del Liverpool FC, Martin Broughton, se muestra entusiasmado con la perspectiva de ser adquiridos por el grupo estadounidense: "Estoy encantado de que hayamos conseguido concluir el proceso de venta, que ha sido completo y prolongado", señala en la web del club. "La directiva ha decidido aceptar la propuesta de NESV ya que es la que mejor cumple los requisitos que fijamos originalmente para el nuevo propietario adecuado". Broughton no tiene dudas: "La filosofía de NESV consiste en ganar y lo han demostrado completamente con los Red Sox".

"La filosofía de NESV consiste en ganar y lo han demostrado completamente con los Red Sox". dice el presidente del club inglés

"Inmensamente impresionados"

El máximo responsable del club se ha deshecho en elogios hacia los futuros propietarios. "Nos hemos reunido con ellos en Boston, Londres y Liverpool durante varias semanas y he quedado inmensamente impresionado con lo que han conseguido y con su visión del Liverpool Football Club".

"Al retirar la carga de la deuda de la adquisición, esta oferta nos permite centrarnos en la inversión en el equipo", añade Broughton. "Solo me ha desilusionado que los propietarios lo han intentado todo para evitar que el acuerdo se cerrara y que ahora vamos a tener que enfrentarnos a procesos legales para poder completar la venta". La adquisición del equipo del Mersey está pendiente de la aprobación de la Premier League, así como de la resolución de una disputa interna de la cúpula directiva y de otras cuestiones.

Los Reds ya conocen bien a los tiburones estadounidenses. Los empresarios George Gillet y Tom Hicks compraron en marzo de 2007 el club de Anfield por 218 millones de libras y la promesa de construir un estadio. Para efectuar la operación pidieron un préstamo al Royal Bank of Scotland. Sin embargo, la crisis crediticia les colocó contra las cuerdas. La situación la aprovechó el fondo soberano dubaití DIC para poner sobre la mesa 400 millones de libras. Entonces Gillet quiso vender pero su socio no lo veía tan claro y bloqueó cualquier acuerdo.