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San Miguel, único finalista por aparatos

El asturiano se clasifica con la peor nota en anillas y el equipo acaba 11º

Iván San Miguel es el único gimnasta español que luchará por una medalla en los Mundiales de Rótterdam. Y lo tiene difícil en teoría porque el asturiano, de 25 años, se ha clasificado para la final de anillas con la peor nota (15,400 puntos) de los ocho participantes.

La final, que se celebrará el próximo sábado (Teledeporte, 15.50), es la recompensa a un gimnasta de equipo, de esos que no suelen brillar individualmente, pero siempre suman. Es también un premio a la superación porque el asturiano, como la mayoría de sus compañeros, tiene un largo historial de lesiones y recuperaciones a sus espaldas. Aún así no se ha perdido los tres últimos Mundiales -el año pasado acabó 18º en anillas, muy lejos de la final-, aunque en uno de ellos tuvo que competir con una pierna vendada del tobillo hasta el muslo, y también estuvo en los Juegos Olímpicos de Pekín.

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Nacido en Villamayor (Asturias), este especialista en salto y, por supuesto, anillas, dio sus primeros saltos en Gijón, uno de los grandes focos de tradición gimnástica en España, pero lleva años en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde se concentra el equipo nacional.

La clasificación de San Miguel es la única buena noticia para el equipo español en la prueba más importante del año. El equipo acabó 11º -con este resultado en el Mundial del año que viene garantizaría su presencia en los Juegos de Londres 2012- y aunque no es un mal resultado el seleccionador Álvaro Montesinos esperaba un poco más. Tal vez repetir la final por equipos de hace tres años. También estará en la final individual de mañana Sergio Muñoz, pero esta final reúne a los 24 mejores en lugar de los ocho que lo hacen por aparatos, y las medallas parecen muy lejanas.

Pero en Rótterdam no estaba Rafa Martínez, el mejor gimnasta español, que se lesionó un dedo de la mano en un accidente doméstico y vio retrasada su preparación. Ni los chicos tuvieron su mejor día sobre el tapiz. La final de San Miguel es la sorpresa agradable.

La primera campeona del mundo nacida en Italia, allá por 2006, ha vuelto. Tras encadenar lesión tras lesión y penar en los Juegos de Pekín 2008, la gimnasta de mirada desafiante y carácter ultracompetitivo vuelve a liderar al equipo italiano. Eso sí,  a punto de cumplir 20 años, y el diminuto cuerpo lleno de costurones,  no está entre las favoritas. Solo ha logrado pasar de los 14,000 puntos en suelo.
La primera campeona del mundo nacida en Italia, allá por 2006, ha vuelto. Tras encadenar lesión tras lesión y penar en los Juegos de Pekín 2008, la gimnasta de mirada desafiante y carácter ultracompetitivo vuelve a liderar al equipo italiano. Eso sí, a punto de cumplir 20 años, y el diminuto cuerpo lleno de costurones, no está entre las favoritas. Solo ha logrado pasar de los 14,000 puntos en suelo.EFE

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