_
_
_
_
_
ROSENBORG 1 - ATLÉTICO 2

Tiago domestica al Rosenborg

Un gran gol del portugués da la victoria a un Atlético imprevisible

A tres días de la prueba del algodón del Bernabéu, escenario en el que no conoce la victoria desde el 30 de octubre de 1999, una efemérides que ya suena a ciencia-ficción en la mitomanía atlética, el equipo de Quique Flores mostró su capacidad para lo mejor y lo peor en la cancha del Rosenborg . El campeón noruego, un equipo ramplón por más que gane la Liga una y otra vez con la gorra, puso contra las cuerdas al defensor de la corona, que se adelantó con el partido en los fogones tras un sonrojante fuera de juego de Agüero y terminó con los tres puntos en el bolsillo gracias a una obra de arte de Tiago. Justo cuando más apretaba el Rosenborg, el fantasista portugués curó la tiritona rojiblanca con un trallazo a la escuadra desde 25 metros en una eslalon precioso en el que se fue de tres contrarios, caño incluido.

Rosenborg 1 - Atlético 2

ROSENBORG: Örlund; Lustig, Dorsin, Demidov, Bjäsmyr; Annan (Sare, min.61), Henriksen, Skjdelbred; Prica, Moldskred, Iversen

ATLÉTICO DE MADRID: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Antonio López; Raúl García, Tiago, Assunçao (Mario Súarez, min.71); Diego Costa (Camacho, min.90), Agüero (Forlán, min.62) y Simao.

GOLES: 0-1, min.4. Agüero. 1-1, min.52. Henriksen. 1-2, min.84. Tiago.

- ÁRBITRO: Vladislav Bezborodov (RUS). Amonestó con tarjeta amarilla a Moldskred (min.28) por parte del Rosenborg y a Agüero (min.53) y De Gea (min.78) por parte del Atlético de Madrid

Más información
Un Villarreal sin sustancia
El Getafe se asoma al abismo
El Sevilla se pega un festín

La delicatessen de Tiago resumió el devenir de un encuentro que el Atlético tenía ganado y que se le atragantó por la incapacidad de la defensa para contener el fútbol directo que propuso el equipo escandinavo. Y eso que la tarde empezó que ni pintada para el conjunto español, por delante tras una combinación estupenda entre Raúl García, Simão y Agüero que el Kun finalizó en posición ilegal y que el árbitro pasó por alto. Pese a las aceptables sensaciones de la primera parte, las habilidades del Atlético, más plástico y mejor al toque, no terminaban de imponerse al físico del Rosenborg, que aprovechó los centímetros extra de sus defensores para cerrar el espacio aéreo y cargar con todo, con el cuerpo a cuerpo como remedio, contra el arco de De Gea. Así, afianzados atrás y con Moldskred y Prica abriendo los espacios para las llegadas en tromba de Henriksen, llegó la igualada, en la que claudicó De Gea.

Con fama de infalible, el portero no estuvo fino, por más que firmó varias paradas de mérito. Primero regaló el gol, dejando que el chut de Henriksen con la derecha se le colora por entre las piernas. Un rato después, con el Rosenborg a degüello, le surgió su alma de libero y salió del área a defender un ataque en el que dejó los palos descubiertos.

Quique movió el banquillo y metió a Forlán por Agüero. Una vez más, el delantero charrúa, fuera de foco como Diego Costa, volvió a comportarse como el llanero solitario. Tiago suplió la falta de pegada del uruguayo con un golazo de tiralíneas que alivia la ansiedad que el derbi provoca en la parroquia rojiblanca cada vez que se aproxima.

Tiago celebra su gol
Tiago celebra su golEFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_