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Paella en honor a Seve

Seve Ballesteros continúa luchando en Pedreña contra el tumor cerebral. Pero el mundo del golf no le olvida, ni mucho menos. La cena de los campeones previa al inicio del Masters suele ser una oportunidad para honrar a los grandes campeones. Algunos vuelven a vestirse la famosa chaqueta verde, como Arnold Palmer, Jack Nicklaus y José María Olazábal, que ganó en 1994 y 1999. Otros reciben palabras de elogio y amistad desde la distancia. Es el caso de Seve, vencedor en 1980 y 1983, y que ayer estuvo de alguna manera presente en esa tradicional reunión. Phil Mickelson, el ganador del año pasado, era el encargado de ejercer de anfitrión y preparar el menú.

Tradicionalmente, cada ganador hace gala de las delicias de su país. Así que Mickelson pensó en servir una buena carne. Eso hizo, pero además los comensales vieron ante sus ojos una paella. Fue, según el jugador californiano, en honor a Seve Ballesteros y a España.

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"Seve siempre me ayudó como jugador. Siempre le admiré. Y mi mujer yo queríamos hacer esto en su honor", explicó Mickelson. El ganador de tres chaquetas verdes y uno de las favoritos de esta edición admiró desde pequeño el golf de Ballesteros, su imaginación y su juego corto. Seve sirvió de patrón e ídolo a Mickelson. El plato de paella fue su manera de rendirle un pequeño homenaje en Augusta.

Severiano Ballesteros, en Pedreña.
Severiano Ballesteros, en Pedreña.

El menú de Mickelson

- Ensalada verde con vinagreta de gazpacho

- Paella de mariscos

- Filete de res Mignon. Pimentón ahumado

- Espárragos y tortilla española

- Empanada de manzana

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