"No pudimos asumir un reto tan grande"

Cuatro de los cinco hijos de Phil Jackson volaron hasta Dallas para presenciar el que acabó siendo el último partido en la carrera profesional de su padre. Se situaron tras el banquillo de los Lakers y vistieron camisetas y gorras amarillas con los números romanos X y XI en memoria de los dos últimos anillos logrados por Phil Jackson. Cuando todo concluyó, cuando los Mavericks redondearon la gran paliza que propinaron a los Lakers, 122-86, Phil atravesó la pista, fue saludado por Rick Carlisle, el entrenador que le ganó la última partida, por Jason Kidd, el veterano base que llevó de cabeza a su equipo, y finalmente por Mark Cuban, el dueño del equipo de Dallas, que pareció recriminarle algo. Sereno, pausado, como casi siempre, Phil Jackson, explicó que el decidido intento de ganar el tercer anillo para los Lakers acabó pasando factura. "Nos pusimos mucha presión desde todos los ángulos: personalmente, espiritualmente, físicamente, emocionalmente. Fue un reto más grande de lo que fuimos capaces de asumir".

Kobe Bryant recordó a su entrenador de casi toda la vida. "Crecí con él. La manera en que veo las cosas, la manera en que pienso acerca de ellas, no solo en el baloncesto sino en la vida en general, vienen de él. Es un poco extraño para mí pensar qué pasará el próximo año sin él".

"No creo haber visto a un equipo jugar a este nivel en unas eliminatorias como en el partido que han disputado esta vez. Quisimos tener una oportunidad para luchar pero no la tuvimos", piropeó Phil Jackson a los Mavericks. Pero la fiesta en Dallas fue contenida. El objetivo del equipo de Dallas es olvidar su nefasta final en 2006 y la mala racha de actuaciones en los playoffs que habían disputado desde entonces. El único equipo que había logrado 20 triples en un partido de playoffs, como esta vez Dallas, había sido Seattle en 1996. De los 20 triples de Dallas, 9 los consiguió Jason Terry, una marca que solo habían conseguido Rex Chapman, Vince Carter y Ray Allen en partidos de playoff. Solo siete equipos habían conseguido 11 triples en un cuarto como Dallas en un partido de playoff.

Jackson quitó hierro al mal comportamiento de algunos de sus jugadores, especialmente Odom y sobre todo Bynum, ambos expulsados por sendas faltas flagrantes sobre los jugadores de los Mavericks. Bynum, cuando se retiraba, pero todavía en la cancha se quitó la camiseta. Fue escoltado por Artest, que no pudo jugar el tercer partido tras recibir una sanción por golpear a un rival. "No estoy contento con la manera en que los jugadores salieron del partido. Fueron acciones innecesarias pero sé que estaban frustrados", afirmó el entrenador de los Lakers.

Magic Johnson, el legendario base de los Lakers, en su análisis para una cadena de televisión, comentó: "Es la vez que he visto jugar más mal a los Lakers en un partido que necesitaban ganar. Los Lakers ya estaban de vacaciones y no deseaban jugar este partido".