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"En una final el rival no se elige"

Tabárez: "Es el premio a cinco años de trabajo, pero no hemos ganado nada".

El maestro Tabárez, el seleccionador de Uruguay, es un hombre tranquilo, experto y consecuente. Lleva una larga lista de banquillos y desde hace cinco años dirige a la selección de su país. La llevó a la semifinal en Sudafrica, hace un año, y jugará la final de la Copa América el domingo en Buenos Aires, pero se mostró cauto: "Jugar la final es el fruto al trabajo de los últimos cinco años. Pero no hemos ganado nada", dijo. Sincero, reconoció que su equipo tuvo problemas para desmantelar a Perú: "Durante la primera parte controlamos el partido sin presencia en el último cuarto [del campo]. Pensábamos como solucionarlo y aparecieron Forlán y Suárez. Hablamos en el descanso de tirar de lejos y ocupar más el área. Y así vino el primer gol".

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"No pensamos más que ser segundos es un desastre, que solo vale ganar" dijo. "Sabemos que podemos ganar o perder. No queremos frases hechas ni favoritismo. Tenemos fe porque nos preparamos bien. Después el juego es de los futbolistas. Vamos a jugar la final y trataremos de limitar al rival, sea cual sea". No tiene preferencias: "En una final el rival no se elige", sentenció. Hoy Paraguay y Venezuela deciden en Mendoza quien será el segundo finalista.

A Tabárez no le sorprendió que Luis Fernández firmara los dos goles del partido: "Es un delantero de la elite del futbol mundial, no un descubrimiento. Ya en el 2007 dudamos de si llevarlo a Mundial sub-20 o a la Copa América. Es un jugador que obliga al rival, es muy importante. Por eso le sustituí, porque tenía una amarilla, y una cosa es jugar con Suárez y otra muy distinta, sin Suárez". Elegido, como es natural, mejor jugador del partido, el goleador repartió los méritos entre el equipo: "Es un triunfo de un grupo muy unido. Hoy nos ha costado en la primera parte porque Perú se plantó muy bien y nos cerró los espacios". Aclaró por qué remató tan flojo tras superar al arquero peruano: "El estado del campo me obligó, era muy difícil controlar el balón y por eso no le pegué fuerte y parecía que no acababa de entrar".

El técnico de los peruanos, el uruguayo Markarían, se lamentó de los fallos cometidos: "No son partidos para equivocarse y lo pagamos. Solo queda felicitar al rival: fueron mejores. Hemos hecho una digna presentación, más que nunca las metas siguen vigentes".

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