Mucha diplomacia y pocas entradas

Mucha diplomacia con Argentina y también mucha polémica por la falta de entradas. El presidente de Uruguay, José Mujica, no acudirá el estadio Monumental de Buenos Aires para ver la final de la Copa América que su país disputará el domingo con Paraguay. El dirigente ha decidido no acudir para no alardear frente a Argentina, a la que los uruguayos eliminaron en cuartos de final. "No quiero ser pizarrero (jactancioso), tengo que ser diplomático y discutir cuestiones muy importantes, y nos tocó la mala suerte de tirar afuera a la Argentina", señala Mujica en la página web de la Presidencia uruguaya.

Muchos aficionados tampoco podrán ver en directo la final al haber muy pocas entradas. En un comunicado colgado en su página web la Asociación Uruguaya de Fútbol se quejó que los organizadores les han dado "la misma cantidad de entradas otorgada para los partidos iniciales del torneo, que solamente alcanzan a cubrir las obligaciones previamente contraídas".

La federación uruguaya considera "sorprendente e inaceptable que al país finalista del torneo se le otorgue menos del 10% de acceso a un estadio cuya capacidad de espectadores alcanza las sesenta mil localidades", en alusión al escenario del encuentro, el estadio Monumental de River Plata, en Buenos Aires.

La prensa uruguaya critica que aunque la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) asegura haber entregado a la uruguaya 7.500 entradas, esta última cuenta solamente con 5.800, que llegaron al país el miércoles. De ellas, 3.600 se repartirán entre las instituciones, 1.000 son para que las distribuyan los jugadores entre sus familiares y amigos, y apenas 1.200 serán entregadas a las agencias de viajes que han organizado paquetes para asistir al encuentro.

El que no se perderá la final es el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que mañana aterrizará en Buenos Aires e irá a ver el partido el domingo.