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Fútbol de intérpretes

El pie de Diego y la cabeza de Falcao definen al Atlético y doblegan a un Celtic muy rebajado

Atiende la afición del Atlético con alborozo a la Liga Europa, laurel conquistado hace dos cursos, porque asume como condición inherente que el equipo se mida con rivales europeos dado su caché. Pero el Celtic, chisgarabís de lo que fue, no dio la talla. Tampoco fue un Atlético mayúsculo, por más que pusiera a sus mejores intérpretes sobre el campo, encasquillado en la construcción y escaso en el pase definitivo. Pero le alcanzó con el pie de Diego, la chispa de Turan y la cabeza de Falcao para dar buena cuenta del rival, para iniciar con buen pie el torneo.

Eliminado en el campo y readmitido en los despachos, el Celtic hizo acto de presencia en el Calderón para reverdecer una vieja rivalidad, desempolvar las estanterías de la hemeroteca y explicar un duelo de tintes partisanos librado en 1974, una semifinal europea entre dos equipos que repartieron más patadas que pases. Entonces ganó el Atlético porque batalló mejor; y anoche repitió triunfo porque, simplemente, es muy superior. No había ningún Jimmy Johnstone por el césped ni nadie que se acercara siquiera a su calidad, a su quiebro diabólico. El Celtic era una caricatura del que fue y el Atlético, con profundidad de banquillo y la hoja de ruta definida, que pasa por tocar el balón, resolvió el duelo de buenas a primeras, cuando apareció Falcao y su idilio con la competición europea.

ATLÉTICO, 2 - CELTIC, 0

Atlético: Courtois; Perea, Miranda, Godín, Antonio López; Mario Suárez, Gabi (Adrián, m. 70), Koke (Reyes, m. 56); Diego (Tiago, m. 84), Falcao y Arda Turan. No utilizados: Asenjo; Domínguez, Pizzi y Salvio.

Celtic: Forster; Mulgrew, K. Wilson, M. Wilson (Matthews, m. 80), Loovens; Sung Yung, Ledley (Bangura, m. 78), Kayal; Forrest (Commons, m. 83), Samaras y Hooper. No utilizados: Zuluska; Twardzik, Wanyama y George.

Goles: 1-0. M. 3. Falcao. 2-0. M. 68. Diego.

Árbitro: Peter Rasmussen (Dinamarca). Amonestó a Gabi, Mario Suárez, Kayal y Loovens.

Unos 30. 000 espectadores en el Calderón.

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Remozado el equipo, sobre todo en la medular y con trescuartistas de alto copete, Manzano decidió agitar el sistema al quitar unos extremos (Reyes y Salvio) que parecían atornillados al dibujo. Se presentaron de inicio Diego y Arda Turan como mediapuntas -partían desde fuera, pero que siempre corrían en diagonal para dar el pase interior- y Falcao de ariete, tres futbolistas señalados para marcar las diferencias, que se sumaron a una fiesta europea que, sin embargo, todavía no era suya, sino de Reyes y Adrián, mal pagados por sus tres goles por barba en las rondas previas que valieron el salvoconducto europeo. Pero los 'nuevos' tienen mucho fútbol en sus botas y resolvieron el entuerto.

Aunque al Atlético, desnortado por el cambio del sistema y de los solistas, le costó cogerle el hilo al duelo, no sufrió para ver puerta. Un saque de esquina lanzado por Diego al segundo palo fue rematado por Falcao, que puso su cabeza a modo de martillo para, en la primera pelota que tocaba, prolongar su romance con el gol en esta competición, pichichi histórico el curso pasado con 17 dianas. Pero poco más hizo el Atlético, con lagunas esporádicas y preocupantes en defensa porque Godín no está fino, porque sin Domínguez la línea pierde orden. Tampoco lo aprovechó el Celtic, timorato a más no poder, con un 4-5-1 de acento defensivo, con las líneas de la mano del portero, con Forrest como único cohete por la banda derecha y con Hooper, el ariete de movimientos sugerentes y remate puntual -Courtois le sacó una mano estupenda-, demasiado olvidado en la punta de ataque.

Turno para los fichajes, para su presentación europea en el Calderón. Arda Turan, desconectado en demasiadas fases del encuentro, se inventó una jugada en el vértice del área y dio un pase hacia atrás, hacia el pie de Diego, que resolvió a gol. El colofón para el brasileño, protagonista vocacional, futbolista con todas las letras. Su aparición es una bendición para el equipo, que encuentra un ancla en campo ajeno, que tiene una referencia entrelíneas, una rampa para llegar a Falcao, el remate y el gol garantizado. Tres jugadores por cuajar con un sistema por definir. Pero el Atlético, de buen pie y mejor olfato, tiene buena pinta.

Diego celebra su primer gol con el Atlético de Madrid.
Diego celebra su primer gol con el Atlético de Madrid.DANIEL OCHOA DE OLZA (AP)

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