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Faena de aliño del Madrid

El equipo blanco, liderado por Mirotic y Begic, supera sin apuros a un débil Obradoiro Blusens (81-67)

A la espera de que cuaje la mezcla y aparezca la consistencia, el Madrid es un equipo de impulsos, individuales y colectivos. Así quedó demostrado ante el Obradoiro Blusens al que despacharon sin aprietos en una mañana plácida encarrilada por Mirotic y Begic, y redondeada por Rudy.

El partido estuvo a punto de acabarse poco antes de empezar. El inspirado arranque de Nicola Mirotic, con 10 puntos en los primeros cinco minutos, unido al acierto exterior de Suárez, dejó sonado al conjunto de Moncho Fernández que encajó un parcial de inicio de 21-9. Apoyados en esa suficiencia, los hombres de Laso se tomaron un respiro que permitió al equipo gallego aterrizar en el partido. El Blusens, abrumado hasta entonces, se sacudió un parcialmente los complejos y rompió a sudar. Los brincos de Washington, que hacía de cada acción una espectacular candidatura al concurso de mates, y el trabajo de Kendall y Junyent en la pintura, adecentaron la diferencia en el marcador hasta el 25-21 con el que comenzó el segundo cuarto. Pero un nuevo arreón, esta vez liderado por Begic, estiró la ventaja de los blancos. Superado el ostracismo en el que estuvo sumido el curso pasado, el pívot bosnio se está acreditando como el referente interior que el Madrid buscaba en sus 216 centímetros. Su dominio en el rebote, su intimidación en forma de tapones y su desconocido brío en ataque le permitieron adueñarse de ambas zonas -como demostró el 40-27 en rebotes al final del partido-.

R. MADRID, 81 - OBRADOIRO, 67

Real Madrid: Rudy (14), Suárez (6), Mirotic (17), Rodríguez y Begic (11) -equipo inicial-, Tomic, Pocius, Reyes (12), Carroll (10) y Llull (11).

Obradoiro Blusens: Ere (13), Palacio (2), Washington (7), Kendall (13) y Lasme (11) -equipo inicial-, Hopkins (1), Rodríguez (7), Cabanas, Bulfoni (2), Junyent (6), Ngema (2) y Corbacho (3).

Árbitros: Emilio Pérez, Sánchez Montserrat y Rial.Sin eliminados.

8.512 espectadores en el Palacio de Los Deportes de Madrid.

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Con los sergios (Llull y Rodríguez) destemplados en la dirección, no lucía la apuesta colectiva; y el desatino de Rudy (desde hoy Fernández en su camiseta) y Carroll, tampoco desataba la producción ofensiva de los locales, pero la entonada mañana de Mirotic y Begic servía a los de Laso para dominar el partido con solvencia y sin sofocos (50-37, mediado el tercer cuarto). Enfrente, Milt Palacio no encontraba la brújula, a Ere no le cundía desde el perímetro y la rotación interior sucumbía en su intento de frenar a los pívots del Madrid.

El duelo transcurría insípido, con la falta de intriga de las películas en las que se intuye el final, pero una acción despertó al Palacio. Con 55-46 en el marcador, a falta de 3.37 para el final del tercer cuarto, Rudy Fernández recibió la pelota más allá de la línea de 6,75. Cuando especulaba con el triple recibió la embestida de Washington y mientras caía de espaldas a la canasta, tras el choque con su defensor, lanzó el balón hacia el aro en un gesto a medio camino entre la genialidad y el recurso a la remanguillé. La canasta, candidata a liderar todos los rankings de lanzamientos inverosímiles, fue anulada por los árbitros ante la indignación de la parroquia blanca.

La decisión arbitral se recibió, en las gradas y en el parquet, como una afrenta que espoleó a los madridistas. Los de Laso, amodorrados hasta entonces, dieron una vuelta de tuerca a su intensidad defensiva y propulsaron el contragolpe en una ida y vuelta que acabó por descomponer al Obradoiro Blusens. Lull y Carroll se activaron en su ecosistema preferido, Felipe -máximo reboteador con 12 capturas- retomó su buen tomo exhibido el pasado jueves en Charleroi y el propio Rudy redondeó el festín hasta convertirse en el segundo máximo anotador con 14 puntos.

El arrebato final ajustó las cuentas de los blancos con la estadística y ventiló el encuentro. Los de Laso han superado los 80 puntos en todos los encuentros oficiales en lo que va de temporada y resolvieron con una faena de aliño. El Madrid alcanza su vigésima victoria consecutiva como local en la liga -18 de ellas en la Caja Mágica-. El jueves los blancos regresarán al controvertido pabellón. Allí recibirán al Armani Milan de Scariolo en la segunda jornada de la Euroliga. Un test de altura.

Rudy conduce el balón en un instante del partido.
Rudy conduce el balón en un instante del partido.ÁNGEL MARTÍNEZ (EP)

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