El 'calcio', revuelto

El calcio está de vacaciones y volverá el próximo 7 de enero, pero el ambiente que se respira estos días en el fútbol italiano poco o nada tiene que ver con el de las fiestas. Los nombres del portero del Juventus Gianluigi Buffon, del centrocampista del Milan Gennaro Gattuso y del ya retirado Fabio Cannavaro, Balón de Oro en 2006, han aparecido en las páginas de los periódicos que hablan de la red de fraude en las apuestas futbolísticas, destapada en junio con la detención de 16 personas y por la que la semana pasada la Policía llevó a cabo otros 17 arrestos. Aunque la relación entre los tres futbolistas y el enésimo escándalo que ha sacudido el deporte italiano carece de momento de pruebas judiciales - los tres fueron nombrados en una conversación telefónica que ha salido a la luz de uno de los investigados, Nicola Santoni, pero su mismo abogado afirmó que no les conoce y el fiscal del caso dijo que no hay ningún elemento que lleve a ellos-, la simple referencia a tres de los héroes del último Mundial conquistado por los azzurri, en 2006, bastó para copar las portadas de los diarios transalpinos, y no solo los deportivos.

"Buffon juega entre 100.000 y 200.000 euros al mes", dijo Santoni, amigo de Doni y preparador de los porteros del Ravenna, durante una llamada telefónica que estaba escuchando la policía y en la que, además, afirmó que tanto el meta, como Cannavaro y Gattuso están "enfermos" por apostar. Mientras tanto, las sospechas sobre los partidos amañados se extienden hasta los encuentros de Primera División, después de que Carlo Gervasoni, futbolista del Piacenza, señalara los partidos Palermo-Bari, Lazio-Genova y Lecce-Lazio de la temporada pasada entre los condicionados por la red. El Lazio emitió un comunicado en el que remarcaba que nadie, entre jugadores y directivos del club, está involucrado en la investigación.

De momento, las declaraciones de Doni en el interrogatorio de la semana pasada, cuando admitió que participó en las apuestas y en el amaño de un partido del Atalanta -equipo del que era capitán y símbolo- son las únicas cosas ciertas entre hipótesis y acusaciones. La justicia deportiva ya condenó en verano al exjugador del Mallorca, descalificándole por tres años y medio, y sancionó al Atalanta con seis puntos de penalización.

La confesión permitió al jugador obtener los arrestos domiciliarios después de que el pasado 19 de diciembre la policía le detuviera junto a otras 16 personas acusadas de amañar encuentros para conseguir beneficios a través de las apuestas. El segundo, tremendo golpe después de que en junio fueran detenidas otras 16 personas, entre las que destacaba la figura de Giuseppe Signori, exdelantero del Lazio y de la selección italiana finalista en el Mundial de Estados Unidos en 1994. El calcio no está para fiestas.