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Nadal se pone a 300

Nadal celebra su victoria 300 al ganar 6-1 y 6-3 a Seppi y jugará los cuartos con Ferrer, que domina 6-4 y 6-2 a Dimitrov

Juan José Mateo
Nadal, durante su partido contra Seppi.
Nadal, durante su partido contra Seppi. VALERY HACHE (AFP)

A su victoria 300 en tierra batida (6-1 y 6-3 ante Seppi en octavos del Master 1.000 de Montecarlo) llega Rafael Nadal con un partido discontinuo, que empieza como un Hércules, sigue como un simple tenista y acaba terminando de nuevo camino del Olimpo. En dos encuentros en Montecarlo, su templo de primavera, el número uno mundial ha cedido tres roturas y diez opciones de break, seis ante Seppi, un jugador sin el músculo suficiente como para ir al golpe contra golpe con uno de los pesos pesados del circuito. Nadal desarboló desde el principio al italiano, fue capaz de neutralizar cinco bolas de rotura y luego, ya con la primera manga en el bolsillo, levantó el pie en la segunda, donde cedió un break. Ahora, ya en la zona noble del torneo, el campeón de 13 grandes jugará por las semifinales contra David Ferrer, que tumbó 6-4 y 6-2 a Grigor Dimitrov en un partido muy entretenido.

Victorias en tierra batida

  1. Guillermo Vilas, 644.
  2. Manuel Orantes, 489.
  3. Thomas Muster, 422.
  4. José Higueras, 376.
  5. Eddie Dibbs, 368.
  6. Carlos Moyà, 337.
  7. Ivan Lendl, 329.
  8. Ilie Nastase, 327.
  9. Andrés Gómez, 322.
  10. José Luis Clerc, 301.
  11. Rafael Nadal, 300.

“He jugado un partido bueno, sobre todo en el primer set. Puse un ritmo alto de juego, cambiando bien de direcciones y con una intensidad muy positiva. Luego, me paré un poquito en el segundo set y él hizo el break”, resumió el mallorquín en los micrófonos de Teledeporte. “Aquí, la pista casi siempre está impecable. Está muy bien cuidada. Cuando hay sol, la pelota es un poquito más rápida, el bote un poquito más alto, y eso hace mi juego un poco más efectivo. También, con días así, al ver sol, mar al lado, la energía es un poquito mejor, apetece más”, cerró el ocho veces ganador en Montecarlo, que de siempre disfruta con el calor y sufre con el frío, que lanza dolorosos mordiscos contra sus articulaciones y le quita veneno a sus afamados efectos.

Y así, Nadal llegó por novena vez al fin de semana en el torneo del Principado. Eso le ha convertido en el único tenista en activo con 50 partidos ganados en mismo Master 1000. En el único que sigue jugando y ya cuenta con 300 victorias sobre tierra batida. Un Hércules de arcilla que mejora partido a partido en busca del punto justo que le permita luchar por el título. Ferrer pondrá a prueba esa evolución. El alicantino, que duda en 2014, primer curso en 15 años en el que no cuenta con Javier Piles en el banquillo, pierde 21-5 el cara a cara, pero es un hueso muy duro.

"Me está costando bastante empezar, empiezo un poco diésel, sin la intensidad que pongo luego, y eso lo puedes pagar caro", admitió Ferrer, que comenzó 0-2 el partido y después remontó imponiendo un ritmo altísimo. "Espero estar preparado para el partido con Rafa. Qué decir de él. No hay más en tierra batida".

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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