Versión de la defensora
La abogada que ha defendido a María Inmaculada, Gloria Labarte, no ha sido sorprendida por la sentencia del Tribunal.«En este caso no había pruebas sólidas para dictaminar y la jurisprudencia en juicios por adulterio exige que éste esté archiprobado».
¿Hasta qué punto ha influido la opinión pública en la decisión de los jueces? Gloria manifestó a EL PAIS:
«Yo creo que a los jueces les ha hecho meditar mucho saber que la opinión pública estaba pendiente de ellos».
Sin embargo los juicios por adulterio son más frecuentes de lo que podría pensarse. «Muchas veces se recurre a ellos voluntariamente para acelerar un proceso de separación, ya que en nuestra legislación no se puede conseguir ésta de mutuo acuerdo. Hace falta que exista culpabilidad, y la mujer se presta al juego.»
Pero no todos son simples simulacros. Según indica Gloria Labarte, a EL PAIS «el curso pasado se dieron 13 casos de recurso de casación admitidos tras los correspondientes juicios por adulterio, lo que hace suponer que se celebraron muchos más porque el recurso sólo se acepta cuando hay defecto de forma o de fondo. En cambio, sólo se dieron cinco recursos contra sentencias dictadas en juicios por amancebamiento. Esta diferencia de cifras indica claramente la discriminación que recibe la mujer en nuestra legislación».
