Cuatro muertos y diecisiete heridos al chocar frontalmente dos trenes en la localidad valenciana de Vallada
Cuatro muertos -dos empleados de Renfe y dos viajeros-, diecisiete heridos de distinta gravedad y numerosos contusionados parece ser el balance final del siniestro ferroviario ocurrido a las 4.45 horas de ayer, viernes, a unos trescientos metros de la estación valenciana de Vallada, tras chocar frontalmente el expreso Sevilla-Barcelona y el Barcelona-Almería, Una nota oficial de Renfe afirma que el primero de los trenes no respetó un semáforo en rojo.
El maquinista del Sevilla-Barcelona, Emilio Vidal, y su ayudante, Paulino Manso, resultaron muertos, así como un viajero de diecisiete años, Juan José Cabello Cañete, y un cuarto cuya identidad no se conocía a la hora de redactar esta información.América Pérez, una de las viajeras que resultó con heridas leves, declaró a Efe: «Ibamos asustados por la velocidad del convoy, comentábamos que parecía que el maquinista se había vuelto loco, y de repente ocurrió el choque. En el departamento en que yo iba», prosigue el relato, «no íbamos dormidos. De repente vimos cómo el tren tomaba una velocidad inusual, creo que íbamos pendiente abajo y que el maquinista no debió dominar la máquina. El choque con el otro tren fue increíblemente fuerte. Todo lo que iba en nuestro departamento cayó sobre nosotros y sólo oíamos gritos de pánico y angustia. La llegada de la Policía Municipal y de Tráfico fue rápida. También vinieron pronto los bomberos y otras fuerzas de ayuda. Entre todos nos fueron ayudando a salir del tren para llevarnos a los hospitales».
Los heridos fueron trasladados a Játiva y Valencia, y la gran mayoría, según el primer balance, no ofrece especial gravedad. De hecho, en los partes médicos facilitados predominan los pronósticos reservados y las lesiones más abundantes son los magullamientos de distinita intensidad.
Renfe facilitó ayer por la mañana una nota oficial en la que, además de atribuir la causa del accidente a la acción de los conductores del expreso Sevilla- Barcelona, por rebasar una señal en rojo de parada, añade que este convoy talonó el cambio de agujas y chocó frontalmente contra el expreso Barcelona-Almería.
El encuentro entre los dos trenes fue tan violento que las máquinas quedaron una sobre otra y varios vagones descarrilaron y cayeron por los terraplenes laterales de la vía.
El choque, según algunos testigos, resultó inevitable, pese a que, según algunos testigos, pudo advertirse con claridad que se. produciría cuando el expreso Sevilla-Barcelona no se detuvo en la estación de Vallada. El maquinista y el ayudante del expreso Barcelona-Almería, que se encontraba de tenido, advirtieron que el choque era inevitable y saltaron de la máquina, con lo que, con toda probabilidad, salvaron la vida.
El gobernador civil de Valencia José María Fernández, acudió al lugar del suceso y coordinó la acción de los equipos de socorro.
El ferrocarril siniestrado es conocido popularmente entre los andaluces como el catalán, por ser sus viajeros, en su mayoría, emigrantes, mientras que en Cataluña y en el País Valenciano es popularmente denominado el sevillano.
