La reina Sofía visitó a los heridos en los hospitales de Bilbao

La reina Sofía se trasladó ayer a Bilbao para visitar a los heridos de la catástrofe de Ortuella. Llegó a las 19.30 horas al aeropuerto de Sondica, en un avión del Ejército del Aire, y tras la recepción de las autoridades se trasladó de inmediato a los hospitales de Bilbao. Poco después de las 21 horas, doña Sofía regresó a Madrid. Esta ha sido la primera visita de la reina al País Vasco.

Carlos Garaikoetxea, presidente del Gobierno autónomo, no llegó a tiempo de recibir a la Reina en el aeropuerto, al parecer debido a una confusión sobre el lugar a donde iba a dirigirse doña Sofía y al enorme atasco de las carreteras de Vizcaya. Un portavoz del Gabinete autónomo manifestó que valoraba la visita de Su Majestad «desde el punto de vista humano y de solidaridad, y no le doy ninguna otra valoración política oficial».Numerosas autoridades se concentraron durante la jornada de ayer en el lugar de la catástrofe. A las 16.15 se reunieron, en un edificio anejo a la escuela siniestrada, el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea; el gobernador general, Marcelino Oreja; el ministro de Educación, Juan Antonio Ortega; miembros del Gabinete vasco, gobernador civil y el director de protección civil. «Desolación» y «espectáculo dantesco» eran las expresiones más repetidas a la hora de referirse al suceso.

Una de las primeras autoridades que llegó al lugar de la explosión fue el presidente de la Diputación de Vizcaya, José María Makua. «Me siento impotente ante esta tragedia», dijo, mientras lloraba. «Se trata, que yo recuerde, del más trágico accidente que ha conocido la provincia de Vizcaya. La diputación se va a volcar en ayuda de los heridos, de los niños que han quedado sin escuela. Vamos a estudiar una ayuda urgente».

En esta línea se manifestaba también el gobernador general, Marcelino Oreja, que prometía una rápida reunión con autoridades de la provincia y del País Vasco, para tomar las medidas de ayuda pertinentes a los afectados por el accidente y a la población escolar de Ortuella en general. «Se trata de un hecho absolutamente dramático que empaña mi alegría de encontrarme en Euskadi en un recién estrenado cargo, que es el que me mueve a estar aquí, en una presencia nada agradable».

Delegado de Educación: "Revisaremos todas las escuelas"

El delegado del Ministerio de Educación señalaba que, «a pesar de lo trágico del hecho, se trata de una enseñanza para que a partir de ahora se extremen las medidas de seguridad, y muy fundamentalmente, en lo referido a conducciones de gases y calderas en todas las escuelas que funcionan en el País Vasco».

Muy cerca de él, Pedro Etxenike, consejero de Educación del Gobierno vasco, con competencias recién transferidas, afirmaba: «Estamos interesados en que las causas que han provocado esta tragedia se esclarezcan al máximo, sean las que fuesen. Yo espero que el Ministerio de Educación habrá cumplido en su día las condiciones de inspección que se exigen siempre antes de la apertura del centro y con posterioridad al mismo. Queremos que una de nuestras primeras acciones, tras la recepción de las primeras competencias, sea la de investigar este accidente y estudiar las medidas de ayuda a la población escolar de Ortuella, que queda así desamparada en algo más de mil plazas».

Carlos Garaikoetxea, presidente del Gobierno vasco, se enteró de la noticia cuando asistía en Madrid a la ceremonia de constitución del Consejo del Poder Judicial. Inmediatamente se trasladó a Bilbao en un avión en el que también viajaban el ministro de Educación, Juan Antonio Ortega, y el director general de Protección Civil, Federico Gallo. Los tres llegaron a Ortuella a bordo de un helicóptero oficial.

«Perdonen mi laconismo», declaraba Garaikoetxea a EL PAIS, tras girar una visita a las escuelas afectadas por la explosión. «Estoy todavía bajo la emoción del primer impacto. Es una tragedia estremecedora, tristísima. El Gobierno vasco buscará la manera de ayudar a la población escolar de Ortuella».