Mario Vargas Llosa: "Un movimiento mesiánico"
El escritor peruano Mario Vargas Llosa se declara preocupado por las consecuencias que para la joven democracia de su país puede traer la lucha armada desarrollada por la organización Sendero Luminoso. "Si el movimiento crece, el ejército acabará entrando de lleno y la víctima será el sistema democrático", pronostica.Para el autor de La guerra del fin del mundo, uno de los libros más vendidos en España durante el pasado año, los senderistas tienen muchos puntos en común con la rebelión de Canudos que encabezó Antonio Consejero, y que Vargas Llosa recreó en su novela. "Es la misma visión utópica, la misma pretendida pureza ideológica. Sendero Luminoso es un movimiento cuasi religioso y mesiánico, que enlaza con todas esas rebeliones de iluminados, tan frecuentes en América Latina".
"Claro que", reconoce el novelista en su casa de Lima, "éste es un fenómeno nuevo en Perú. Y un fenómeno que ha prendido en la región de Ayacucho, una de las más pobres del país. Esto es muy distinto de la guerrilla de 1965, que nunca tuvo apoyo popular".
"Los senderistas se proclaman ortodoxos, seguidores de Marx Stalin y Mao. Dicen ser los únicos intérpretes de la verdad y critican con mayor ferocidad a sus parientes ideológicos: a la Unión Soviética, a Cuba, a Albania, a los actuales dirigentes chinos...".
Mario Vargas Llosa piensa que el terrorismo es "una especie de marihuana de los años ochenta". En todo el mundo surgen estos grupos con una visión finalista, que creen que un hecho heroico, una acción violenta, puede hacer tabula rasa de todo lo existente. "La historia demuestra que no es así, que eso sólo pueden pensarlo los fanáticos. Que ocurra esto aquí, tras doce años de dictadura militar, es una desgracia para Perú".
