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LA HERENCIA DE LA AUTORA DE 'LA PLAÇA DEL DIAMANT'

Los amigos y críticos aseguran que hay tres originales inéditos

La escritora Mercé Rodoreda dejó, en el momento de caer enferma, tres originales prácticamente terminados, según se desprende de las manifestaciones que ella misma había realizada en cartas y conversaciones personales con distintas personas, como el escritor Pere Gimferrer, el escritor y editor Joan Sales y la profesora de Literatura y especialista en su obra, Carme Arnau. Los tres originales, que podrían llegar a convertirse en sendos libros, son una novela, un libro de cuentos y un conjunto de evocaciones asimilables a unas memorias. La novela, de la que Mercé Rodoreda había hecho mención en algunas entrevistas y cartas a amigos y corresponsales literarios, habría sido escrita en el transcurso del último año y se encontraría únicamente en la etapa de una primera redacción.Mercé Rodoreda, según explica Carme Arnau, era muy minuciosa en la escritura última de sus obras, que repasaba y modificaba una y otra vez hasta conseguir la forma final. Esta novela, en caso de que exista ya terminada, puede encontrarse en una etapa de primera escritura que puede requerir un trabajo crítico importante si se desea verla publicada. Un bloque inédito es el que forman los cuentos que la escritora estaba escribiendo en los últimos meses. Alguno de estos cuentos había sido publicado fragmentariamente en una revista catalana y otros eran conocidos por alguno de sus amigos y corresponsales. Todas las opiniones coinciden en la posibilidad de que pueda .salir un volumen de cuentos de este conjunto de inéditos. Finalmente, la novelista ha dejado unas prosas evocativas, que ella se empeñaba en diferenciar de las memorias, sobre su exilio en París. En ellas la escritora catalana evoca el ambiente de la ciudad que estimuló a Hemingway a escribir su París era una fiesta.

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Huir de la autobiograrla

Escenarios tan clásicos como la brasserie Lipp, donde se reunía la intelectualidad, son evocados por Rodoreda en unas prosas alejadas de la narrativa y próximas al dietario. Mercé Rodoreda no quiso jamás practicar géneros literarios autobiográficos, precisamente porque -según buena parte de quienes han estudiado su obra- su peripecia personal y familiar contiene episodios dramáticos de cuya publicidad la escritora se mostraba siempre celosa. Los personajes femeninos serían entonces sombras surgidas de cada una de las circunstancias dolorosas y adversas surgidas en su vida, principalmente en la adolescencia y juventud.

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