Juventudes Socialistas aprueba un documento contra la OTAN y a favor de la neutralidad activa
"Estamos perdiendo hasta la cultura de izquierda" dijo ayer Nicolás Redondo al clausurar el congreso extraordinario de las Juventudes Socialistas, del que surgió un duro documento interno contra la permanencia de España en la OTAN y a favor de una política de "neutralidad activa". El congreso eligió a Javier de Paz como nuevo secretario general, en sustitución de Federico Mañero.
El secretario general de UGT fue largamente aplaudido cuando, tras un silencio, afirmó: "Me cuesta decirlo, pero creo que es mi obligación. Estamos a favor de la salida España de la OTAN". Antes, Redondo se había manifestado por el cambio de "esta sociedad injusta capitalista, que algunos llaman, pudorosamente, de economía de mercado". "Estamos empleando métodos parecidos a la derecha", dijo también, para concluir que el 30 congreso del PSOE puede ser un buen momento para interrogarse sobre el papel de la izquierda en esta sociedad. Redondo tampoco perdió la oportunidad de referirse al Acuerdo Económico- Social: "No acentamos la pretensión de la CEOE de que el Gobierno adquiera el compromiso a plazo fijo de modificar la normativa de los despidos colectivos. El presidente y el Gobierno no se deben plegar a la pretensión de la CEOE".
El congreso modificó los esquemas organizativos de las Juventudes Socialistas, convirtiéndoles no solo en territoriales, sino también en sectoriales. También aprobó, por 15 federaciones contra dos, un dictamen de la comisión política, limitado a la discusión interna -se vigiló estrechamente que no llegase a la prensa-, que supone una dura crítica al Gobierno.
En el texto se habla de "desencanto por la actuación gubernamental", de "dispersión del proyecto de cambio" y de "pérdida del reencuentro con la izquierda". El papel de las JJ SS debe ser "de complemento a la acción del PSOE y el Gobierno". "Necesitamos recuperar la calle y desde allí convertirnos en la conciencia crítica de toda acción del Gobierno", se afirma.
El documento se muestra más duro en temas de política exterior: se pide que el referéndum sobre la OTAN pregunte a los españoles si quieren o no seguir en la Alianza "sin distinguir entre organización política o militar", y que se consulte tan solo a quienes voten si qué modalidad de integración prefieren. Las Juventudes harán campaña a favor del no, y se pide que el Gobierno tome el resultado del referéndum como reflejo de la voluntad popular "y obre en consecuencia". Respecto a la CEE, se rechaza "cualquier tipo de chantaje político, en especial sobre la OTAN".
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