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Reportaje:

En los huesos

Las ratas que pasaron una semana en órbita alrededor de la Tierra en la nave espacial norteamericana Challenger el pasado mes de mayo han sufrido una pérdida importante de fuerza muscular y de resistencia ósea.Aunque las conclusiones obtenidas tras haber disecado a los animales no son directamente, aplicables a los humanos, se cree que los cosmonautas pueden sufrir idénticos problemas, según indicó la semana pasada Richard Grindeland, fisiólogo del centro de investigación Ames, de California.

"Durante los vuelos espaciales se producen cambios muy importantes en los huesos", reconoció el científico, quien añadió que "estos cambios son muy, muy rápidos". "A su vuelta a la Tierra, las ratas no tenían ningún tono muscular".

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Para las experiencias supervisadas por el doctor Grindeland viajaron a bordo del transbordador espacial Challenger 24 ratas el pasado mes de mayo. Los animales fueron disecados después de la misión, y las pruebas de músculo y de hueso, comparadas con los de un grupo de ratas que habían quedado en tierra.

Grindeland declaró que los resultados obtenidos del estudio de las ratas sugieren que los cosmonautas que parten para realizar largas misiones en el espacio deben protegerse contra los efectos debilitantes de la ingravidez realizando ejercicios vigorosos de forma controlada.

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