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La policía obtuvo cooperación de servicios franceses contra ETA a través Partido Laborista de EE UU

La policía española obtuvo en los primeros meses de 1983, a través del ultraderechista Partido Laborista norteamericano, que dirige Lyndon Larouche, contactos con responsables de los servicios de seguridad franceses, que facilitaron información sobre los miembros de ETA residentes en el sur de Francia, e incluso llegaron a comprometerse a cooperar más estrechamente contra la organización terrorista. A cambio, el partido, que posee un importante servicio de información e incalculables medios económicos, obtuvo datos sobre la viuda del nazi Otto Skorzeny, que reside en España desde hace años.

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Ilsa Luthje, de 68 años, viuda del teniente coronel de las SS alemanas que rescató a Mussolini de su prisión en el Gran Sasso, reside desde hace años en España, y el partido norteamericano sospechaba que en torno a ella se estaba financiando y organizando un resurgimiento de movimientos nazis en Europa.Tras la victoria socialista en octubre de 1982 la formación del nuevo equipo policial, los responsables de los servicios de información de la policía española se habían fijado un objetivo prioritario, que consistía en conectar de forma no institucional con los servicios franceses para obtener información de ETA y toda la colaboración posible para la defenestración de la organización terrorista.

El comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, y el jefe de la Brigada Central, José María Escudero, recibieron del ex jefe de la Brigada Interior, Mariano Baniandrés, el contacto con el delegado en Europa del Partido Laborista norteamericano, apellidado Kinde.

En un primer contacto, Kinde explicó a los responsables policiales que el Partido Laborista norteamericano estaba interesado en obtener información en España, y, especialmente, de la viuda del nazi Otto Skorzeny, sobre quien tenían sospechas de que estaba organizando el resurgimiento de diversos movimientos nazis en Europa.

Kinde no explicó el objetivo de esa información, aunque precisó que el partido norteamericano tenía como fin prioritario la obtención de todo tipo de datos y poseía importantes servicios distribuidos por todo el mundo. La delegación del partido en Europa se encuentra en Alemania Occidental, y desde allí este grupo facilitó amplia información a la policía española a través de largos télex que eran recibidos y archivados en la Brigada de Información Interior.

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Los responsables policiales respondieron que tenían interés en obtener información sobre ETA, sus miembros en el sur de Francia y lograr colaboración directa y no institucional de los servicios franceses. Kinde se comprometió a gestionar una entrevista con uno de los responsables de un servicio especial de seguridad francés que dirige el general Pidou.

Cooperación directa

En el segundo contacto, Kinde se reunió con los responsables policiales acompañado de un ex miembro de los servicios secretos franceses, a quien presentó como el contacto en Francia del partido norteamericano en cuestiones de información.Los responsables policiales españoles facilitaron una pequeña parte del informe sobre las relaciones económicas de Ilsa Luthje, la viuda de Otto Skorzeny, y decidieron esperar a conocer el resultado de la próxima entrevista que mantendrían con uno de los subordinados del general Pidou.

Efectivamente, un comandante francés de este servicio especial de seguridad llegó a España y se entrevistó en las dependencias policiales de la Puerta del Sol, con el comisario general de Información, Jesús Martínez; el jefe de la Brigada Central de Información, José María Escudero; el jefe de la Brigada de Información Interior, Mariano Baniandrés; el comisario Lorenzo Pérez Corredera y un intérprete. Estos dos últimos altos funcionarios policiales fueron posteriormente destituidos de sus cargos.

En esa reunión, el comandante francés se comprometió a facilitar información sobre los movimientos y residencias habituales de los miembros de ETA e incluso llegó a proponer. una "cooperación más directa" en la lucha contra los miembros de la organización y especialmente sus dirigentes. A cambio, el comandante francés pidió información y cooperación similar sobre un grupo de terroristas corsos que se encontraba en España.

Previamente, los servicios españoles habían comprobado la identidad del comandante francés, quien fue seguido y fotografiado desde un apolo -vehículo camuflado de seguimiento y vigilancia con medios audiovisuales- al llegar al aeropuerto de Barajas y durante su visita a Madrid. Al parecer, los acuerdos de colaboración con los sevicios españoles se mantuvieron y se desconoce si se mantiene todavía esa cooperación.

Informe económico

Según fuentes policiales, Kinde recibió el informe económico de la viuda de Skorzeny, quien aparecía vinculada en él a constructoras de Baleares, líneas de transportes de Valencia, así como con sociedades de importación y exportación.Algunas fuentes policiales sospechan que servicios franceses tal vez actuaron de forma independiente contra miembros de la organización terrorista. De hecho, meses después de estas entrevistas hacían su aparición los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) con el secuestro de Segundo Marey en diciembre de 1983.

El 19 de octubre de ese año, miembros de ETA y personas afines a la organización terrorista denunciaron la desaparición en el sur de Francia de los refugiados vascos Lasa y Zabala. Tres años después de su desaparición nadie ha vuelto a saber nada sobre ellos.

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