Aprendices de 'etarras'
La organización terrorista catalana Terra Lliure se presentó por primera vez a la opinión pública el 25 de julio de 1980, cuando se responsabilizó de la explosión de dos artefactos colocados en las oficinas de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) en Barcelona y Calella de Mar. Estas acciones provocaron cierto confusionismo en determinados estamentos políticos y sociales, pues por esos objetivos interpretaron que Terra Lliure era básicamente una organización radical ecologista.Pero ni Terra Lliure era un movimiento ecologista, ni había nacido en 1980. Empezó a engendrarse en 1978, cuando diversos grupos independentistas y radicales constituyeron el Comité Català contra la Constitució Espanyola. Terra Lliure contó con el apoyo incondicional de un sector de militantes del Partit Socialista d'Alliberament Nacional Provisional (PSANp), preocupado por el inmovilismo de las organizaciones independentistas y atraídos por el activismo del movimiento etarra. Proyectaron dar un paso adelante en el activismo, después del fracaso del llamado Ejército Popular Catalán, un grupo que se había quemado tras los atentados -con bomba en el pecho- contra Josep Maria Bultó y Joaquím Viola Sauret.
Los fundadores
Los fundadores de Terra Lliure -entre quienes se hallaban Joan Carles Monteagudo, Pere Bascompte, Josep de Calassanç Serra y Jaume Fernández Calvet- creyeron que la sociedad civil catalana apoyaría incondicionalmente a la organización terrorista con la misma simpatía con que había acogido durante la dictadura al movimiento etarra, que había convertido a Cataluña en un santuario de los activistas vascos.
Por esta razón, Terra Lliure no dudó ni un solo instante en colaborar con el grupo de etarras que en noviembre de 1980 asaltó un cuartel de Berga para conseguir armas. Esta acción, así como las que posteriormente se realizaron a lo largo de 1981, fueron definiendo al colectivo, distanciándole de los objetivos ecologistas que le habían definido en un principio y acercándole cada vez más a conceptos y planteamientos defendidos por los terroristas vascos.
Pero la historia de Terra Lliure, a diferencia de la de la ETA, no había estado marcada hasta ahora por la sangre. Hubo un único incidente aislado, el protagonizado contra el profesor Federico Jiménez Losantos, que el 21 de mayo de 1981 fue herido de un disparo en una rodilla como represalia por haber impulsado un manifiesto contra la catalanización.
Sus únicas víctimas mortales eran, hasta ahora, militantes propios, dos de los cuales fallecieron al manipular explosivos (1979 y 1984), mientras un tercero murió en un enfrentamiento con la policía (1979).
