Entre mudanzas forzadas y deudas
Durante los debates del Primer Congreso Internacional sobre Sectas y Sociedad, celebrado en Barcelona en 1987, se denunció a organizaciones como Narconon, por convertir a los ex adictos a las drogas en zombis de la organización, incapaces de integrarse a la vida social.Ese mismo año, Fernando García Iglesias, reponsable legal de la sociedad Narconon, rechazó públicamente las acusaciones de constituir una mafia dedicada a la rehabilitación de toxicómanos. Unas 150.000 pesetas al mes ha de pagar cada paciente para sufragar su cura de desintoxicación. Narconón asegura que son necesarios al menos tres meses para lograr la deshabituación.
La acusación de mafia y disputas sobre el verdadero Narconon parece haber perseguido a la organización desde la apertura de su primer centro en España.
Petrus Lerma, puertorriqueño nacionalizado español, dibujante de Televisión Española, un ex drogadicto que se recuperó en un centro de Narconon en París, era el director del primer centro que se abrió, en 1982, en la urbanización Eurovillas, en Nuevo Batzán, a 50 kilómetros de Madrid.
La alcaldía de Nuevo Baztán obligó, en junio de 1983, a desalojar los chalés que ocupaba Narconon por carecer de licencia de apertura, quejas de los vecinos, dudas sobre el método científico empleado y deber más de 600.000 pesetas de alquiler.
La Generalitat catalana clausuró un centro de esta organización a finales de 1985. La Comunidad Valenciana se convirtió entonces en el refugio de la organización hasta 1987, en que dirigentes y pacientes de Narconon abandonaron un centro de rehabilitación en Peñíscola (Castellón) después de múltiples denuncias.
