La Prensa europea destaca el descontento social
Casi todos los medios de comunicación europeos dedicaron ayer atención especial a la huelga general. La prensa británica la presentó, ante un fondo de milagro económico, como un rejón dé. castigo aplicado al Gobierno por una sociedad desilusionada con ciertos hábitos gubernamentales y defraudada por no poder compartir con plenitud los beneficios del boom económico, informa Ricardo M. de Rituerto."La batalla es política", decía The Independent. "Redondo cree que González ha renegado del trabajador español y se ha unido a los banqueros y a los grandes empresarios".
El análisis más amplio y profundo lo ofrecía Financial Times. "Una vez amansado su quejumbroso Ejército, la economía española está creciendo más que ninguna otra de la CE. La inflación es un tolerable 5%, ha habido un estallido exportador y la industria crea mil nuevos puestos de trabajo diarios. El país está modernizando sus recursos físicos e intelectuales con más rapidez que nunca". En estas condiciones, "el rencor es difícil de explicar".
En Francia, informa José A. Sorolla, el mayor eco se produjo en el diario Libération, que dedicó al paro un recuadro en la primera página y dos páginas en el interior, con una foto de la huelga en EL PAÍS en las que interpreta el paro como "una lección de humildad" que los sindicatos quieren dar al Gobierno. Esta interpretación, así como la de que las centrales cuestionan la política económica del Gabinete de Felipe González, es general en los medios de comunicación franceses. Destacan también la participación de los futbolistas -Michel y Butragueño son los más citados- o los artistas. El vespertino Le Monde informó ayer del éxito de la huelga.
"Madrid, ciudad muerta", fue la noticia con que la radio nacional belga francófona abrió ayer sus informativos de la mañana. Para el periódico en lengua flamenca De Standaard, la convocatoria de huelga general de los sindicatos es una "prueba de fuerza" o pulso contra el Gobierno, informa Félix Monteira.
El diario francófono Le Soir resaltaba en páginas interiores, a cinco columnas, la división de la familia socialista en España.
