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LOS 'CAPOS' DEL PENAL

Los 30 presos mas peligrosos de Espana seran concentrados en Badajoz, Valladolid y Jaén

Todos ellos han sido capos en las prisiones por las que han pasado. Han participado en secuestros de funcionarios, motines y reyertas que muchas veces concluyeron en asesinatos. Se trata de los 30 presos calificados de "muy peligrosos" en el Fies (Fichero de Internos de Especial Seguimiento). Según Instituciones Penitenciarias, son los reclusos que soliviantan las cárceles y que tienen amilanados al resto de presos allí donde estén. Acaba de ponerse en marcha un amplio plan para que los 30, en grupos de diez, queden concentrados en Badajoz, Valladolid y Jaén II. Está última cárcel, aún no terminada, se inaugurará el 23 de septiembre, y hasta entonces será sustituida a esos efectos por Sevilla II.

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El pasado mes de julio ha sido especialmente virulento en las prisiones españolas. Por ello, Antoni Asunción, secretario general del Ministerio de Justicia, decidió acelerar con Ángeles Granados, directora general de Prisiones, la elaboración del programa de distribución de presos. A la vista de los sucesos de las últimas semanas, los objetivos del programa, más que ambiciosos, parecen irrealizables: "reducción o erradicación de incidencias en los centros; mejorar el nivel de convivencia y enfrentamiento en el interior de los establecimientos entre los reclusos y con los funcionarios; adoptar el mecanismo que facilite, a los que pretedan abandonar las posiciones radicales, su integración en el régimen ordinario".El plan, que finalmente fue concluido el pasado 30 de julio, preveía que esa distribución se iniciara a partir del próximo 1 de septiembre. Los acontecimientos, sin embargo, aconsejaron un nuevo acelerón. El pasado domingo, el recluso de Puerto I Miguel Anguita fue decapitado en el curso de un nuevo motín que aparentemente fue organizado con el exclusivo fin de asesinar al citado recluso. Los protagonistas de la revuelta eran nombres más que conocidos por su participación en algaradas similares.

A partir de ese momento, Asunción y Granados decidieron poner en marcha el plan esta misma semana. El pasado martes, fueron trasladados ya a Badajoz cuatro de los principales alborotadores de Puerto I, entre ellos Julio Amador, presunto asesino de Anguita.

Desde encontes, Amador y sus otros nueve companeros clasificados como "rnuy peligrosos" se encuentran totalmente aislados, sin ningún tipo de contacto entre sí, ni con el resto de reclusos ni con los funcionarios. Así permanecerán al menos durante dos semanas más.

Zonas mecanizadas

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Los 30 presos seleccionados sólo podrán moverse por zonas y departamentos "mecanizados en su totalidad", es decir, que todos los accesos y puertas se abrirán o cerrarán a distancia, de forma que los contactos físicos queden reducidos al mínimo, como visitas médicas o cacheos.

El programa también señala que los internos deberán ser cacheados tanto a la entrada como a la salida de sus respectivas celdas, y que éstas también serán revisadas a diario. Asimismo, la normativa indica que los presos deberán colocarse al fondo de sus celdas cada vez que haga acto de presencia en ellas un funcionario. Cada vez que un recluso de estas características tenga que abandonar su celda deberá ser acompañado al menos por dos funcionarios.

Cuando no se encuentren castigados al aislamiento total, esos treinta presos más peligrosos -también denominados presos "de primer grupo

podrán salir al patio de su prisión dos horas diarias, pero nunca en grupos de más de dos personas. Mientras se encuentren en esa fase, tampoco podrán tener televisor en sus celdas, si bien podrán disponer de él si durante un mes no cometen faltas graves. Sólo si el periodo de comportamiento adecuado supera los dos meses, los reclusos muy peligrosos podrán tener un contacto bis a bis cada 60 días y una conversación telefónica cada 30 días.

En el grupo de presos algo menos peligrosos o de "segundo grupo" se encuentra un centenar de reclusos. Éstos serán distribuidos en breve, en grupos de 25, por los penales de Alicante, Castellón, Burgos y Monterroso (Lugo). En el tercer grupo figuran los reclusos conflictivos que en los últimos meses han mostrado una conducta menos hostil. En este caso, los reclusos serán distribuidos por las prisiones de Puerto 1, Almería y Zamora.

Instituciones Penitenciarias también incluye en su plan una serie de centros que serán utilizados, a modo de escala, por los presos que tengan que acudir a los tribunales. Estas cárceles serán Madrid II, Zaragoza, Daroca, Herrera de la Mancha, Nanclares, Zamora, Córdoba, Sevilla II y Bonxe-Lugo.

En el capítulo de mujeres, las, reclusas consideradas más problemáticas serán trasladadas al centro de Avila.

Por último, las cárceles para presos ya condenados y de conducta adecuada serán Murcia, Orense, Herrera, Puerto II, Soria, Ocaña I, Málaga II, Tenerife II, Las Palmas y Teruel.

Frente al plan oficial, los funcionarios aseguran que concentrar a los más peligrosos traerá consecuencias funestas. Sin embargo, el problema fundamental con que se encuentra hoy la aplicación del programa y su eficacia es el de la masificación existente en las prisiones.

En 1997 habrá 41.500 reclusos

Actualmente, hay más de 31.000 reclusos, cuando la capacidad adecuada de las prisiones no llega a las 25.000 plazas. En los últimos años, el ritmo de construcción de nuevas cárceles hace que cada ano se incremente la capacidad en 830 plazas, cuando el número total de presos aumenta en unas 1.800 personas. Por tanto, el déficit medio anual se acerca al millar de plazas. El ritmo de crecimiento va en aumento y no está previsto que se estabilice hasta el año 2000. De los estudios realizados por Justicia se deduce que en 1997 habrá en España 41.500 presos.Ante estas previsiones, el Ministerio de Justicia elevó en junio al Consejo de Ministros un programa de construcción de penales que prevé la creación de 20.500 nuevas plazas antes de 1997. El plan incluye el cierre de 40 viejas prisiones existentes dentro de las ciudades y su sustitución por 20 centros nuevos. Con la venta de los solares, Justicia asegura que el plan no supondrá ningún gasto adicional en los Presupuestos del Estado.

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