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EXPO SEVILLA 92

Ritmos calientes en la primera noche de la Expo

Las luces hacen salir al monstruo del lago

Andrés Fernández Rubio

El monstruo del lago Ness emergió anoche en el centro de la Expo de Sevilla, en el gran estanque a orillas del pabellón de España, mediante un sorprendente efecto visual con el que dio comienzo ante infles de personas el espectáculo de luces, música y fuegos artificiales de la Expo nocturna. Mientras el monstruo salía, la sensualidad de Martika, el vaivén africano de Youssou N'Dour y la explosión salsera de Celia Cruz marcaron el ritmo musical en tres escenarios distintos.

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La única de las actuaciones que requería invitación, la que se celebró en el Auditorio, con Rubén Blades, Celia Cruz y la orquesta de Tito Puente, estuvo a punto de fracasar por falta de público. Blades actuó para sólo unos cientos de personas, y antes de que saliera a escena la cubana Celia Cruz, los organizadores tuvieron que abrir las puertas para que se fuesen completando libremente las más de 5.000 localidades. A partir de entonces la fiebre salsera subió, y Celia Cruz, con un peinado estilo casquete incomparable, cantaba con su habitual empuje "¡Ayuda! ¡Ayuda!", mientras el público se meneaba ya con sus ritmos del trópico: "¡Esa dicha me la dio el Señor!".Arropando a los conciertos, un gran castillo de fuegos artificiales, rayos láser, música y transparencias de alta tecnología, reunió en torno al lago a un público muy heterogéneo entregado a la fiesta. En otro de los locales de espectáculos del recinto, una gigantesca pantalla de Sony, de un tamaño casi tan grande como el escenario, permitía ver con gran nitidez el atractivo movimiento de la veinteañaera Martika, la musa de Prince, que decía "Ay España, yo te adoro", lanzando sonoros besos al público a través del micrófono mientras sus músicos arrojaban flores y ella bajaba medio en éxtasis a estrechar las manos de la gente. Jóvenes de entre 15 y 20 años fueron los que bailaron al son de la cantante cubano-norteamericana, sorprendidos de la magnética personalidad de la intérprete. "Lo de Martika ha sido un puntazo", según Manolo, espectador de 20 años.

"Como decían que aquí cobraban por todo, no esperábamos que fuesen a hacer una actuación así gratuita". "Ha sido muy fuerte", añade Francisco Javier, "porque Martika es sensual al máximo y canta demasiao". Es este tipo de público que escuchó a Martika el que piensa que la vida nocturna de Sevilla se va a trasladar desde el centro a la Expo durante los próximos meses. "Yo espero que la Expo de noche sea mejor para ligar", dice María José. "A ver si vienen guiris guapos". "Quieren traer la marcha aquí, y si lo consiguen va a haber un salto de años en la movida de Sevilla", apostilla una optimista amiga suya.

Ligar más

"Yo es que ligo siempre", dice Francisco Javier, "pero este verano, descarao. Ya me ha pedido rollo una del pabellón de EE UU". Luego le sale la vena folclórico patriótica: "Aunque vengan del extranjero, las sevillanas suelen estar más buenas".

Mientras Martika se llevaba el éxito más pop de la primera noche de la Expo, en el escenario de El Palenque Youssou N'Dour presentaba su espectáculo con raíces.

"Alucinas", explica un espectador, "una basca impresionante de morenos se ha levantado y comenzado a bailar encima de la pista". N'Dour, colaborador habitual de Peter Gabriel, y su grupo de músicos, Rubén Blades, Celia Cruz, Tito Puente y Martika, dieron con éxito el sabor afrolatino a la música nocturna, mientras decenas de miles de personas recorrían durante toda la noche el recinto ferial.

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