Por el honor del espíritu humano
"Si es cierto, ha caído un mito de las matemáticas", comentaba ayer Antonio Córdoba, catedrático de Matemáticas de la Universidad Autónoma de Madrid, acerca de la demostración del último Teorema de Fermat. "La arquitectura, la estrategia general de esta demostración, se conoce ya, y, si se ha completado, será como poner las últimas piezas de un rompecabezas que estaba casi montado".Córdoba, que conoció la noticia por el correo electrónico, mantenía la cautela del científico que no echa las campanas al vuelo hasta no conocer profundamente la demostración.
"No es la primera vez que matemáticos profesionales muy buenos lo han anunciado. Luego se ha visto que algunos pasos dados no se habían comprobado del todo", dice.
¿Su utilidad, su aplicación práctica? "Sería por el honor del espíritu humano", afirma Córdoba. "Pero ha sido un desafío durante mucho tiempo y en el proceso de intentar demostrarlo se ha creado una gran cantidad de matemáticas, algunas incluso útiles, por ejemplo, en cristalografía o en computación", continúa. "Es uno de esos problemas de formulación sencilla, pero que han abierto universos matemáticos maravillosos".
La demostración del teorema de Fermat ha sido un reto no sólo para matemáticos profesionales. Córdoba cuenta que periódicamente recibe cartas de aficionados que afirman haberlo resuelto e incluso recuerda que se presentó en su despacho un entusiasta convencido de haberlo logrado. Cuando le explicó que la demostración era incorrecta, el aficionado sufrió una doble decepción: se había hecho acompañar de un fotógrafo hasta el despacho del catedrático para que inmortalizase el momento en que iba a ser felicitado por éste.
Córdoba se ha asomado a este reto del conocimiento y ha trabajado con algunos de los protagonistas de la noticia, pero no se considera un especialista: "No pertenezco propiamente al Club del último Teorema de Fermat ".
