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Entrevista:

"Bihac quiere seguir en Bosnia, pero sin guerra"

Fikret Abdic, Presidente de la autoproclamada autonomía de Bosnia occidental'

Ramón Lobo

Fikret Abdic, 54 años, presidente de la autoproclamada autonomía de Bosnia Occidental, mueve las manos como un exorcista cada vez que mienta a su gran rival: el presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic. Con él sostiene un pulso personal por el control del enclave de Bihac, donde su empresa Agrokomerc da de comer directa e indirectamente a miles de familias. Abdic, pelo cano revuelto, es apasionado. Conversador infatigable. Ve muyahidin y radicales detrás de cada gesto del contrario. Niega que la autonomía de Bihac sea una secesión y asegura estar convencido del apoyo del pueblo. Recibe a EL PAÍS en la sede de Agrókomerc, en Velika Kladusa, su plaza fuerte. A Abdic, quien le apasiona cultivar su ego, le encanta el papel de babo (padre), como le llaman sus seguidores.Pregunta. Sus enemigos le acusan de querer dinamitar el futuro Estado étnico de Bosnia-Herzegovina cuando ni aún ha nacido.

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Respuesta. Nuestra proclamación de autonomía no pretende destruir nada. Tiene lugar dentro de la república de Bosnia-Herzegovina. Todos hablan de una secesión que no existe. Queremos seguir en Bosnia pero no queremos que continue la guerra; estamos geográficamente más cerca de Croacia que de Sarajevo y no deseamos pelear por una salida al mar en Neum. cuando podemos lograr el acceso al puerto croata de Rijeka. Apostamos por la paz porque es nuestra única posibilidad de llegar pertenecer al mundo civilizado. Estamos aislados. Nuestra economía realiza sus intercambios en moneda extranjera (marcos alemanes). La autonomía convierte en oficial lo que ya era un hecho.

P. Izetbegovic no parece entenderlo del mismo modo.

R. En un año he escrito 25 cartas a Izetbegovic explicándole la situación política, económica y militar del enclave. Nunca recibí respuesta. Quiere tomar el poder desplazando al Gobierno local. Y yo no puedo consentir eso. Izetbegovic ha dado la orden al V Cuerpo de la Armija (Ejército bosnio) de acabar con la autonomía, pero sus jefes no tienen el respaldo de los soldados. El comandante del V Cuerpo, general Ramis Drekovic, es de Sanjak (Serbia). Aquí es un extranjero.

P. La Armija, fiel a Sarajevo, dispone de miles de hombres, y usted, al parecer, de unos cientos. ¿Cree que puede ganar esta batalla?

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R. Lo que ha pasado el viernes en Cazin [la tercera localidad en importancia en el enclave] es la respuesta. El pueblo ha tomado de forma pacífica la emisora de radio, la comisaría de policía y el Gobierno local, reponiendo al alcalde y a las principales autoridades que habían sido depuestas por Sarajevo. La gente, alertada por las noticias, se echó a la calle a celebrarlo. Muchos soldados se pasan cada día a nuestro bando. Le aseguro que no más de 2.000 de los 25.000 soldados del V Cuerpo están dispuestos a luchar contra nosotros. Quinientos son criminales traídos de fuera. Hay tres grupos terroristas bajo las órdenes de Drekovic, pagados por el dinero de los países islámicos.

P. ¿Tiene miedo a morir o a perder todo?

R. No. No tengo miedo, porque no puedo perder. Creo en el pueblo.

P. Usted sacó más votos que Izetbegovic en las elecciones de Bosnia-Herzegovina, ¿Se arrepiente de no haber reclamado la presidencia?

R. No. Apoyado por el hecho de haber sido encarcelado 26 meses por el régimen comunista, que me acusó de contrarrevolucionario, con un montón de pruebas fabricadas. No tenía partido ni estructura y me hubiera sido imposible gobernar. Cuando surgieron las primeras escaramuzas entre los musulmanes y los serbios propuse negociar. El entorno de Izetbegovic me tachó de chetnick [radical serbio]. Cuando estallaron en Bosnia central los combates entre croatas y musulmanes fue la primera vez que Izetbegovic y yo chocamos. Propuse conversaciones inmediatas para detener esa guerra. Me tildaron de ustashi [fascista croata]. En aquel entonces le advertí con dureza que iba a destruir el país.

P. Hay quien ve la mano del mediador de la Comunidad Europea David Owen detrás de la proclamación de su autonomía.

R. La decisión fue mía. Ni siquiera he visto a los mediadores últimamente. Lo que ha ocurrido en Bihac es lo siguiente: he dado el paso de declarar la autonomía para prevenir que Izetbegovic arruine las relaciones entre croatas y musulmanes dentro del enclave. Gracias a estas buenas relaciones con los croatas de Bihac, protejo a todos los musulmanes refugiados en la república de Croacia.

P. ¿Por qué no ha celebrado un referéndum antes de proclamar la autonomía?

R. Habrá un referéndum en dos años. Entre tanto he iniciado una recogida de firmas para que la gente muestre su voluntad. Hay 100.000 que han firmado. [En Bihac hay 300.000 habitantes.]

P. ¿Qué cree que la gente piensa de usted?

R. La gente me quiere. Lo sé.

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