Cautela del Gobierno ante la sublevación
El Gobierno de México está siendo muy cauto al evaluar los acontecimientos del Estado de Chiapas, donde varios poblados han sido tomados por el hasta ahora desconocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Los comunicados oficiales del régimen de Salinas de Gortari evitan referirse a los rebeldes como ejército e insisten en denominarlos "grupos de campesinos armados". Una fuente gubernamental, que solicitó el anonimato, restó importancia a la situación y declaró que el EZLN "es un grupo de desconocidos que está tratando de provocar una situación de violencia".
La misma fuente agregó que la revuelta es "una cosa muy aislada", aunque admitió que la violencia ha surgido en un Estado que efectivamente tiene graves problemas de atraso y pobreza. "El Gobierno mexicano está observando, está pendiente, no se abstrae del problema, pero está tratando de que la situación se resuelva de manera pacífica", señaló la misma fuente.Los comunicados gubernamentales minimizan el número de los rebeldes que participan en el levantamiento. Mientras los periodistas sobre el terreno, algunos de ellos tomados como rehenes por los zapatistas, estiman que el EZLN cuenta con unos 2.000 hombres, los boletines oficiales reducían los efectivos rebeldes a 400. El Gobierno reitera además que el levantamiento sólo afecta a cuatro poblaciones de un Estado que cuenta con 110 municipios.
Pese a estas manifestaciones, el ataque de este grupo de rebeldes indígenas puede considerarse extremadamente importante, al coincidir su fecha, el 1 de enero, con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, EE UU y Canadá, y ha hecho reparar a los mexicanos en las condiciones de pobreza extrema que prevalecen en los Estados del Sur. Se produce también a escasos siete meses de las elecciones generales que renovarán al presidente de la República, a 500 diputados y al 50% del Senado, integrado por 64 miembros.
El subsecretario del Ministerio de Interior, Ricardo García Villalobos, indicó que el Gobierno federal se ha mantenido en comunicación con el Gobierno de Chiapas para solucionar el conflicto. El Gobierno invitó al EZLN a deponer su actitud y a dialogar con las autoridades-. García Villalobos reconoció que la grave situación de pobreza que padece Chiapas no se ha podido erradicar, a pesar de los esfuerzos de la presente Administración.
Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas, candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD), calificó de "delicada en extremo" la situación, y explicó que las causas del conflicto se deben a la desesperación en que han caído diversos sectores de la sociedad por el drástico deterioro de los niveles de vida, la recesión y el cierre de las vías democráticas para encauzar sus reivindicaciones.
La Iglesia católica del. Estado de Chiapas reiteró ayer su oferta de mediación ante el EZLN. En un comunicado emitido por los obispos Felipe Arizmendi, Felipe Aguirre y Samuel Ruiz los prelados se brindan como intermediarios entre los rebeldes y el Gobierno mexicano apelando al ascendente moral que se reconoce a la Iglesia".
La guatemalteca Rigoberta Menchú, defensora de los derechos de los indígenas y premio Nobel de la Paz en 1992, expresó su "profunda preocupación" por los acontecimientos de Chiapas, Estado fronterizo con Guatemala, que puede afectar al retorno de los refugiados guatemaltecos que se hacinan en la localidad de Las Margaritas, tomada por los rebeldes. En declaraciones al diario mexicano La Jornada, Menchú abogó por una solución "a través de la negociación y el diálogo".
