La ONU envía observadores y víveres al asediado enclave de Maglaj
Diez observadores de la ONU llegaron el domingo en dos helicópteros militares al enclave musulmán de Maglaj, a unos 130 kilómetros al norte de Sarajevo, sitiado por las fuerzas serbias desde hace meses. Los observadores realizaron el viaje "sin permiso de serbios ni de musulmanes bosnios", explicó el portavoz de la Fuerza de Protección de la ONU (Unprofor) en la capital bosnia, Rob Annink.Las únicas informaciones que se recibían del enclave sobre los bombardeos serbios a la población procedían de Radio Bosnia, controlada por el Gobierno de Bosnia de mayoría musulmana. La situación humanitaria en Maglaj, con 16.000 habitantes, es peor que la de Sarajevo o Mostar.
El portavoz en Sarajevo del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Peter Kessler, dijo ayer que espera conseguir mañana la entrada de un convoy con víveres a Maglaj, que saldría de la ciudad musulmana de Zenica, para aliviar la desesperada situación de la población.
Ni un sólo convoy con ayuda humanitaria ha logrado entrar en el enclave desde el pasado mes de octubre. La ciudad recibe ayuda mediante lanzamientos en paracaídas, pero los paquetes no suelen alcanzar su objetivo.
Annink indicó que los serbios bombardearon el domingo Zenica, la tercera ciudad de Bosnia, aunque no precisó los daños ocasionados. Añadió que los serbios bosnios siguen atacando la bolsa de Bihac en la zona más occidental de Bosnia, aunque con menor intensidad después de la amenaza de bombardeo de las fuerzas de la OTAN, el domingo, que no se llevó a cabo a causa del mal tiempo.
Los ataques serbios contra el también asediado enclave musulmán de Gorazde, en Bosnia oriental, se intensifican y los observadores de las Naciones Unidas registraron el domingo once impactos de granada.
