_
_
_
_
_

'Ulises' vuelve al Mediterráneo

Los expertos en James Joyce se reúnen hoy en Sevilla para celebrar el 'Bloomsday'

Margot Molina

Los riñones a la parrilla serán sustituidos por una paella, el desayuno por la cena y Dublín por Sevilla. Pero pese a las alteraciones en el menú del Bloomsday, los 230 estudiosos de James Joyce (Dublín, 1882-Zurich, 1941) reunidos en la capital andaluza con motivo de su 14º simposio conmemorarán hoy, 16 de junio, la jornada del año 1904 en la que se desarrolla Ulises, la célebre novela del escritor irlandés. Bloomsday se ha convertido para los amantes de Joyce en un día sagrado, y en Dublín se espera la llegada masiva de peregrinos; un fenómeno que se ha convertido en un próspero negocio turístico.

Más información
La vanguardia

Por Dublín, desde el pasado domingo, desifilan los más fervorosos joyceanos que han querido adelantarse a los miles de turistas y no iniciados que convierten cada Bloomsday la capital irlandesa en un parque de atracciones James Joyce. Alguno de ellos in cluso participará en la avalancha de actos que hoy jueves recrea irán las peripecias de Leopoldo Bloom como comprar jabón de limón, comer sandwiches de que so Gorgonzola, beber vino de Borgoña o contemplar la bahía de Dublín desde la torre de pie dra de Sandycove. También con Jurarán la imagen de Buck Mulligan afeitándose y blasfemando. Alguno puede que se dé cita en el aeropuerto, donde actores interpretarán a Bloom y a su sensual mujer Molly. En esta ocasión, el Gobierno de Irlanda, que hasta hace 30 años confiscaba cualquier ejemplar de Ulises que cruzara sus fronteras, planea abrir un nuevo centro cultural dedicado al escritor. Es quizá una confirmación de que Joyce -que pasó la mayor parte de su vida trabajando fuera y despreciando su país-, es ya un héroe literario reconocido en Irlanda.

'Sopa de moco'

Pero la mayoría de los más importantes estudiosos de la obra de Joyce, no estarán allí. Han ele gido por primera vez un país de lengua hispana para organizar su simposio internacional, e inicia rán el Bloomsday con una mesa redonda sobre el tema central del congreso, Joyce transcultural, en la que intervendrán, entre otros, Rosa Maria Bosinelli, de la Universidad de Bolonia, quien realiza junto a Umberto Eco un estudio sobre las traducciones de Joyce.

Después de gozar del resto de la jornada libre, y a falta del paseo por Dublín que realizó Leopold Bloom el 16 de junio de 1904, los 230 participantes, pro cedentes de los cinco continentes, saldrán rumbo al cortijo El Águila, en Guillena (Sevilla), donde les espera paella para todos. "Hemos querido conjugar lo sevillano y lo joyceano", aseguré ayer Francisco García Tortosa, profesor del Departamento de Literatura Inglesa y coordinador del congreso por la Universidad de Sevilla. Algunos de los expertos no ocultaron su alegría al saber que sustituirían la sopa de moco (caldo vegetal de nomenclatura joyceana), riñones, hígado y corazón por un arroz generosamente condimentado.

"Joyce no está aislado, como un fenómeno singular, sino que su producción ha influido en escritores de todo el mundo; especialmente por su tolerancia ante las distintas razas y culturas", indica Bernard Benstock, de la Universidad de Miami (EE UU). La repercusión del autor de Dublineses en otros escritores centró ayer dos de las ponencias; las de las norteamericanas Teresa O'Connor, quien analizó su influencia en la obra de Salman Rushdie, y Elizabeth Brunazzi, que habló sobre la idealización de las prostitutas en Joyce.

Estereotipos étnicos en Joyce fue el título de la conferencia de Benstock. El profesor norteamericano hizo hincapié, el pasado martes, en la valentía del escritor irlandés al mostrarse a favor de los judíos en una época -Ulises se publicó en 1922- en la que el antisemitismo estaba muy extendido. "Sus personajes volvieron del revés los estereotipos de principios de siglo, al igual que hizo Cervantes", añadió.

Para el experto español Julián Ríos, Ulises es una versión moderna de Don Quijote. "Ahora que está de moda la literatura aguada, el caldo concentrado que nos ofrece Joyce es vivificante porque aporta gran sabor y saber", dijo. Según Ríos, el irlandés revolucionó la narrativa contemporánea e ignorarlo sería como ignorar a Einstein.

"El escritor contemporáneo que pretenda no deberle nada a Joyce es como el científico que, hoy día, ignorara a Einstein y su Teoría de la Relatividad", afirmó. Julián Ríos dedicó ayer su conferencia a la sensualidad y la obscenidad de Molly Bloom -la esposa del protagonista de Ulises- y leyó un fragmento de su libro Belle lettres, que se publicará a finales de año y en el que cada capítulo se corresponde con una de las letras del nombre de la heroína de Ulises.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_