_
_
_
_
_

Enagas expresa preocupación pero no temor por el gasoducto magrebí

Javier Sampedro

La frontera entre Argelia y Marruecos tiene un testigo de paso que no suele necesitar visados: el gas natural. El gasoducto magrebí -la gigantesca canalización que debería, desde 1996, insuflar en Europa 6.000 millones de metros cúbicos anuales de gas natural procedente de Argelia, a través del Estrecho, con paso y peaje obligados por territorio marroquí- podría ser una costosa víctima de la eventual ruptura de relaciones entre Rabat y Argel.Esto es algo que no creen que ocurra los responsables españoles de traer el gas argelino a España. "Estamos preocupados, pero no alarmados, y bastante tranquilos", ha asegurado a EL PAÍS Juan Badosa, presidente de Enagas, la empresa pública española que se ha comprometido a invertir unos 200.000 millones de pesetas en las obras del gasoducto.

Más información
Argelia cierra en "su integridad" la frontera con Marruecos, tras repatriar a sus nacionales

Y da sus razones: "Es un problema que no alcanza a las relaciones, políticas, económicas y comerciales de Argelia con España; es un proyecto multilateral, que afecta a muchos países de Europa y, por último, los tramos del gasoducto se construyen independientemente, Argelia hace el suyo hasta la frontera con Marruecos y España lo hace desde ese lugar".

España, a través de Enagas, se encarga también de trazar el gasoducto marroquí, que hipotéticamente, es lo que más podría afectar a las relaciones con Argelia. Los técnicos españoles trabajan en este tramo, no en el argelino. Además, Argelia está conectada con Italia a través de dos gasoductos.

Enagas anunció ayer mismo que invertiría 23.000 millones en la construcción del tramo que debe unir Argelia y Marruecos, desde la frontera hasta la localidad marroquí de Taza.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Gigantesca inversión

El futuro gasoducto del Magreb (Europe Magreb Pipeline, EMPL) está concebido para convertirse en la principal fuente de suministro en las próximas décadas para la Unión Europea. La obra requerirá unas inversiones de 2.750 millones de dólares (unos 360.000 millones de pesetas), que serán aportados por las empresas distribuidoras de varios países, europeos, entre ellos España.

La factura actual de gas natural en España es de 7.600 millones de metros cúbicos, de los que 4.200 proceden por barco de Argelia y 1.560 de Libia. De Noruega llegan 780 millones y de otros países (entre ellos Australia), 630 millones. De los campos españoles se sacan 430 millones. Está previsto aumentar a 14.000 millones de metros cúbicos en el año 2000 con una cuota de gas argelino igual a la actual (algo más de la mitad).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_