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Bruselas propone a México un acuerdo de libre comercio

La Comisión Europea ha optado por hacer la mejor oferta posible a México: la conclusión con la Unión Europea de un acuerdo de libre comercio. Así se lo pro pondrá el 23 de enero al Consejo de Ministros comunitario, que le pedirá a su vez que le someta un proyecto de mandato de negociación. La diplomacia española acaricia la idea de que el acuerdo pueda ser firmado durante su presidenc la de la UE, en el segundo semestre de este año, junto con otro tratado similar con Mercosur, el mercado común que Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay pusieron en marcha el 1 de enero.El órgano ejecutivo de la UE barajó cinco opciones, pero finalmente eligió el 15 de diciembre la más ambiciosa con el país azteca. En el documento que se dispone a remitir a los Quince, al que ha tenido acceso este periódico, apuesta por "el establecimiento progresivo de una zona de libre comercio en materia industrial y de servicios, así como una liberalización recíproca y progresiva de los intercambios agrícolas, teniendo en cuenta la especial sensibilidad de algunos productos".

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El comisario europeo responsable de las relaciones con Latinoamérica, Manuel Marín, reconoció ayer, no obstante, que la mala racha económica que atraviesa México podría incitar al presidente Ernesto Zedillo a demorar un poco el arranque de la negociación.

"Para la UE", prosigue el texto, "la negociación (...) debería resultar relativamente fácil gracias a la llegada de una nueva Administración mexicana, muy favorable al libre comercio, y la experiencia recientemente adquirida con el Tratado de Libre Comercio" entre México, EE UU y Canadá. "(...) La negociación no debería toparse con obstáculos insuperables porque la economía mexicana goza de un fuerte potencial de crecimiento, una estructura, exportadora esencialmente dirigida hacia EE UU y una especialización sectorial complementaria a la de la UE".

Bruselas estima que el acuerdo acarrearía un aumento anual de entre el 5%, y el 9% de lo importaciones mexicanas de productos manufacturados europeos. México absorbe hoy día la cuarta parte (914.000 millones de pesetas) de las exportaciones de los Quince a Latinoamérica. En materia agrícola, el incremento exportador oscilaría entre el 14% y el 15% en 10 años.

La liberalización del comercio supondría un aliento para las empresas europeas, cuyas inversiones sólo representaron en 1993 el 12% del total -retrocedieron casi un 60% con relación a 1992-, mientras las de los socios del TLC se incrementaban. Las cifras de 1994 no están aún disponibles.

El acuerdo tendría además una vertiente política y otra de cooperación. La primera incluiría una reunión cada dos años entre el jefe de Estado de México, el presidente de la Comisión y el del Consejo de Ministros de la UE. La segunda fomentaría la cooperación entre empresas y entre administraciones, para agilizar los intercambios comerciales, así como en materia medioambiental.

Si no se promueve el libre comercio con México, señala el texto, la UE "puede temer a medio plazo que el efecto de desvío de comercio provocado por TLC sea superior al efecto de creación de flujos comerciales especialmente en los sectores textil, de ropa y telecomunicaciones". "(...) Las relaciones económicas con México corren el riesgo de resultar frenadas e incluso erosionadas por la existencia del TLC si esté no es compensado mediante un nuevo marco convencional" como el acuerdo de libre comercio.

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