Pagando de su bolsillo
Los jóvenes José Luis Villapova, Cecilio, Rodríguez y Pedro Rodríguez hacen vida normal y trabajan horas de extras para pagarse los abogados. Ya han declarado ante la juez sobre la denuncia interpuesta por la Guardia Civil, sobre las denuncias que ellos mismos presentaron por malos tratos y sobre la querella que tramitó la Asociación Contra la Tortura en España. Están tranquilos, pero continúan sin ganas de divertirse, siguen fichados y dos veces al mes han de pasar por el juzgado. Mientras tanto la pesadilla se cierne ahora sobre todos los agentes destinados en el cuartel de Colmenar Viejo. Catorce de ellos ya han declarado ante la juez Nuria García de Lucas y otros cuatro lo harán próximamente como presuntos culpables de malos tratos, y una investigación interna del teniente coronel de la 112 Comandancia de Tres Cantos -de la que depende Colmenarles ha impuesto penas comprendidas entre los diez días de arresto domiciliario y el cese de tres meses.
Los guardias se tienen que pagiar también de su bolsillo la asistencia letrada, están hechos un lío, entre ellos se contradicen en las manifestaciones a la juez, y también respecto a sus relatos anteriores efectuados al teniente coronel Manuel Gascón.
El proceso será largo, pero la Asociación Contra la Tortura ha exigido ya la inmediata destitución del mismo teniente coronel que realizó la investigación interna. "Comprobó algunas agresiones como ciertas y no las considera delictivas afirma el presidente de esta asociación, Teodoro Mota.
