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Del igualatorio a la Quirón

Publio Cordón Munilla, de 60 años, es sinónimo de revolución en el seguro sanitario español. Su espectacular irrupción, hace aproximadamente una década, en el mundo de los negocios con una empresa denominada Previasa provocó sorpresa, primero, y preocupación, después, en los tradicionales dueños de este tipo de negocios (Sanitas, La Equitativa...). Poco a poco, apoyado en los despistes de los competidores y en la ilusión propia, fue construyendo un pequeño imperio.Un imperio cuyos orígenes datan de un pequeño igualatorio médico, Previsión Sanitaria, que vio la luz hace unos cuarenta años en Aragón. Hoy, ese grupo se ha convertido en una de las principales empresas sanitarias del país y en propietario o accionista importante de grupos hospitalarios de primer nivel como el Quirón, que engloba una serie de clínicas de reconocido prestigio que bajo este nombre funcionan en Barcelona, Zaragoza y Valencia. Todo ello mientras estudiaba Comercio, Derecho y Medicina y se convertía en el decano del cuerpo consular en Aragón, donde representa la Guatemala. Hace un mes, la dirección general de Seguros hizo una minuciosa investigación, de rutina, a la empresa y, al parecer, salió limpio.

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Detrás de la figura del Cordón empresario siempre ha habido una gran sombra. ¿De dónde conseguía este entusiasta aragonés la financiación para abordar proyectos tan ambiciosos? Los rumores apuntaban a una supuesta conexión con el Banesto de Mario Conde, en un momento en el que cualquier proyecto se relacionaba con el exbanquero. Una hipótesis que él siempre ha rechazado, a veces con evidente enfado, alegando que los recursos de la empresa eran suficientes para abordar cualquier proyecto por grande que fuera, o firmando acuerdos con socios extranjeros como un fondo de inversión escocés que maneja dinero de viudas.

El entusiasmo que Publio Cordón Munilla demuestra en sus negocios también se hace extensivo a su vida particular y al trato personal. Hiperactivo, con una fluidez verbal inagotable, Cordón es de esas personas que seducen por la fe que pone en sus proyectos. El pequeño despacho que tiene, en la sede central de Previasa en Madrid -situado en la calle Príncipe de Vergara- es escenario mudo de las intensas explicaciones que, aderezadas con paseos y aspavientos, sufren estoicamente los inversores o periodistas interesados en sus proyectos. Uno de ellos fue la propuesta de gestionar la incapacidad laboral permanente y ahorrar gasto en seguridad social en un billón.

Uno de los rasgos que distinguen a Cordón es su cerrada defensa de Aragón y de lo aragonés, sobre todo cuando se encuentra lejos de su tierra natal. Aficionado al footing y a disfrutar del aire libre, la alegría que caracteriza a Cordón Munilla se vio gravemente alterada hace cinco años. Uno de sus hijos falleció al sufrir un accidente mientras volaba en un ultraligero.

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