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El 'no' a la Academia Francesa

El escritor español Jorge Semprún explicó a EL PAÍS en Weimar que ha renunciado a cualquier posibilidad de formar parte de los inmortales de la Academia Francesa, tras las dificultades administrativas presentadas ante la propuesta de ingreso. Según Semprún, los problemas no son administrativos, "sino metafísicos", porque él no puede renunciar ni a su condición de español ni al hecho de haber sido comunista.

Explica Semprún que el pasado febrero le ofrecieron el ingreso en la Academia Francesa y él advirtió de su condición de español: "No tengo doble nacionalidad, ni pienso pedirla para ser académico". Le respondieron que el reglamento no exige la condición de ciudadano, sino la de escritor francés. Este requisito lo cumple Semprún, que ha escrito en francés la casi totalidad de su obra. En ese idioma escribió la obra de teatro estrenada en Weimar, Lívida madre, tierna hermana, y ahora proyecta escribirla en español y añadirle unos veinte minutos, que permitirían desarrollar, algunos temas.

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Reconoce Semprún que por un momento me pareció divertida la idea de ser ministro de Cultura de España, como afrancesado. En el momento en que Javier Solana [su antecesor en el cargo] me llama y me dice '¡oye!, pero tú, ¿qué eres, español o francés?', no lo sabían muy bien. Y luego para la Academia se repite, pero al contrario. Era una cosa divertida".

Luego todo se retrasa y le sugieren que haga alguna gestión para nacionalizarse francés, a lo que Semprún replica: "No hago ninguna gestión. Yo sigo siendo español. Lo he sido con Franco, lo he sido después, como refugiado, con pasaporte normal. No quiero cambiar nada".

'He sido comunista'

Se aplazó la decisión del ingreso para octubre y surgieron informaciones de que todo se debía no a su condición de español, sino de antiguo comunista. Le escribieron que debían. solventarse problemas administrativos y Semprún replicó, en una carta de renuncia a la Academia, que "no son problemas administrativos, son problemas metafísicos, porque soy español y no dejaré de serlo". No se refirió en la carta a su condición de ex comunista, porque nunca se expresó este impedimento de forma abierta, pero Semprún afirma que "no puedo renunciar a aquel pasado, cualquiera que sea mi opinión ahora. He sido comunista y nunca dejaré de ser ex comunista. Ahora me mandan cartas para que renuncie a la renuncia, pero he dicho que no".

En la actualidad Semprún trabaja en una obra de ficción que escribe en español y un ensayo en el pretende afrontar nada menos que la crisis actual del capitalismo tras la caída del comunismo.

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