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GUERRA EN LOS BALCANES

Eslavonia Oriental se prepara para la guerra

En el viejo barrio de Tvrda las calles están tapizadas de cristales rotos. Una mina flotante bajó por el río Drava hace unos días, explotó al llegar a la orilla y sacudió a la ciudad de Osijek. Delante de los cafés, tiendas y edificios administrativos se han erigido barreras y en los cruces se han vertido sacos de arena. Osijek se prepara para la guerra. Eslavonia Oriental es la última región de Croacia que aún está bajo control de los separatistas serbios. Y las dos ciudades croatas del sector, Osijek y sobre todo Vinkovci han sufrido las represalias serbias por el victorioso ataque del Ejército croata en Krajina.La toma de la Krajina ha desatado un sentimiento de inmensa esperanza entre la población de Eslavonia Oriental. "Nosotros tuvimos el mayor número de muertos y de desaparecidos durante la guerra de 199V, explica Davor Spisic, redactor jefe adjunto de La Voz de Eslavonia, el diario de Osijek. "Preferiríamos evidentemente una solución pacífica, pero dudo que sea posible. Una operación militar será la única manera de recuperar los territorios ocupados. Éste es el momento adecuado para pasar a la acción".

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La llaga viva

A unos 10 kilómetros de los croatas se encuentra la ciudad de Vukovar, "la llaga viva". En 1991 el Ejército serbio la borró de la faz de la tierra y los croatas nunca olvidarán el martirio de Vukovar, asediada durante tres meses antes de ser totalmente destruida. Zagreb podrá intentar explicar que hay que resolver el problema de Eslavonia Oriental a través de la negociación, pero los que viven aquí saben a que clase de enemigo se enfrentan. Todos piensan en la guerra, para poder saciar sus ansias de venganza y vivir en paz, lejos de los serbios.La situación es, sin embargo, radicalmente distinta a la de Krajina. Knin estaba siendo defendida por los separatistas serbios mientras que Eslavonia Oriental está dominada directamente por el Ejército serbio. Y Belgrado parece determinado a no abandonar esta región, donde brota el petróleo, y cuya economía está integrada en la de Serbia.

Los croatas de Osijek han desenterrado el hacha de guerra, aunque nunca estuvo completamente enterrada. La ONU ha constatado movimientos de tropas en ambos lados de la frontera. El estado de alerta ha sido decretado para los civiles y las escaramuzas se multiplican, cada noche, en la línea del frente. La gente, con un fusil en la mano, mira al horizonte. En dirección a Serbia. Y en dirección a Zagreb, a la espera de una mínima señal.

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