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Un consejo multinacional busca fijar en Londres las prioridades para reconstruir Bosnia

El ex primer ministro sueco Carl Bildt fue elegido ayer en Londres máximo representante de la nueva estructura civil que se encargará de supervisar la aplicación del acuerdo de paz en Bosnia. Bildt será la cabeza visible de un comité integrado por los miembros del G-7, además de Rusia, la Unión Europea y la Organización de la Conferencia Islámica. Este grupo representará a un amplísimo consejo surgido ayer de la primera sesión de la Conferencia de Londres, a la que asisten representantes de 43 países y una docena de organizaciones internacionales.

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La sesión resultó sorprendentemente unánime y el nombramiento de Bildt contó incluso con el beneplácito del ministro bosnio musulmán de Exteriores, Mohamed Sacirbey. La única nota agria corrió a cargo de Francia, cuyo representante, Hervé de Charette, lanzó un ultimátum a los serbios dándoles un plazo de dos días, hasta mañana domingo, para que liberen a los dos pilotos franceses que continúan detenidos.El Gobierno de París ha endurecido su postura tanto en lo que respecta a la suerte de los dos pilotos como a la de la situación de los serbios en Sarajevo. Intensos rumores sugerían ayer en Londres la posibilidad de que Francia incluso fuerce un retraso en la firma del proceso de paz, prevista para el próximo jueves en París, si no consigue lo que pretende. El ministro de Exteriores yugoslavo, Milan Milutinovic, dijo anoche que su país "no sabe con certeza" si los pilotos, desaparecidos el pasado 30 de agosto, están vivos o no. El Gobierno yugoslavo "hace lo mejor que puede" para reencontralos, afirmó Milutinovic. Por su parte, el mediador norteamericano Richard Holbrooke ha prometido abordar el tema hoy, en Belgrado, con el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.La reunión, que se clausura hoy, se enfrenta a la ardua tarea de poner orden en el marasmo de organizaciones presentes en la ex república yugoslava y de establecer la estructura civil que facilite una coordinación perfecta de las operaciones civiles con las militares. Al mismo tiempo, el gran reto de Londres es conseguir el dinero imprescindible -entre dos mil y tres mil millones de pesetas- para las primeras rehabilitaciones.El problema que plantean los refugiados y desplazados de Bosnia y la delicada situación de los habitantes serbios de Sarajevo fue citada "como una de las dificultades esenciales a las que tendrá que hacer frente la reiunión", en palabras del secretario general designado de la OTAN, Javier Solana.

Dos representantes serbobosnios acudieron a Londres. Nikola Koljevic, vicepresidente de la autoproclamada república serbia de Bosnia, y Jovan Zametica, ambos muy próximos al líder político Radovan Karadzic, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal de la Haya y sobre el que pesa, junte, con el jefe militar Ratko Mladic, un mandato internacional de captura.España, con un contingente de 1.200 soldados, tendrá una moderada presencia militar en Bosnia, inferior a la de EE UU, Reino Unido y Francia, con más de 43.000 soldados, dividida en dos zonas, una serbia y otra de musulmanes y croatas.

Los delegados recibieron una explicación de la actual situación militar en Bosnia, donde la OTAN ha iniciado ya un pequeño despliegue. El segundo punto del día, dedicado a la adopción de las estructuras civiles necesarias para que la paz funcione se resolvió con total unanimidad.

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