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Justicia inscribió a la Iglesia Universal porque nada sospechaba de ella

La Interpol, tras los pasos de la 'secta' brasileña en tres paises

La Iglesia Universal del Reino de Dios, sobre la que pesan serias acusaciones en Brasil de ser una secta con nexos con el narcotráfico, pudo inscribirse el pasado noviembre en España como entidad religiosa, porque el Ministerio español de Justicia e Interior no tenía ninguna sospecha negativa sobre las actividades de este grupo evangélico, según, ha reconocido Víctor Urrutia, director del Gabinete de Asuntos Religiosos. La Interpol ya está investigando en tres países -Reino Unido, Portugal y Estados Unidos- la trayectoria de esta poderosa agrupación, que cuenta con unos cinco millones de seguidores en el mundo sobre todo en Brasil.

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El vicepresidente de la Organización Internacional de Policía Criminal para América Latina, Romeo Tuma, ha explicado: "La Interpol se puso alerta cuando la Iglesia Universal comenzó a comprar inmuebles en todos los rincones del planeta. Es alarmante su crecimiento". Ayer, el Fisco de Brasil solicitó a la Procuraduría que bloque de los bienes del obispo Edir Macedo, líder y fundador de la secta, acusado de_ curanderismo, charlatanería y asociación para delinquir, y la Policía Federal abrió formalmente una investigación.La Iglesia Universal se ha convertido en una verdadera multinacional con ingresos anuales de mil millones de dólares (122.000 millones de pesetas), que cuenta con un banco en Brasil -el de Crédito Metropolitano-, un partido político en Portugal -el Partido de la Gente-, cinco diputados en Brasil, y 30 emisoras de radio, una cadena de televisión y vanas publicaciones en ambos países. La secta nació hace quince años en Brasil. Además, está pendiente de cerrar la compra de El Coliseu, la emblemática sala de Oporto (Portugal).

Este grupo obtuvo el pasado noviembre su inscripción en España, en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia e Interior. Víctor Urrutia ha señalado que no rechazaron la petición de inscripción, porque nada sospecharon de actividades delictivas. Aclara que los vídeos emitidos por la televisión brasileña Glôbo con revelaciones de presunta estafa y las acusaciones de conexión con -el narcotráfico, realizadas por un ex dirigente de la Iglesia Universal, Carlos Magno, se hicieron en diciembre, un mes después de su inscripción. Ayer, Magno dio más detalles de su denuncia; dijo que narcotraficantes colombianos donaron en Bogotá a la secta un millón de dólares para comprar la cadena de televisión brasileña Record.

Urrutia indica que, aunque hacen un seguimiento de estos grupos, no tienen capacidad para "investigar a fondo" cuantas organizaciones solicitan un registro, "salvo que haya sospechas fundadas de actos delictivos, o de tener carácter sectariodestructivo". En el registro, creado en 1969, están inscritas, 10.800 entidades, de las que 10.000 son católicas.

Peligrosas ramificaciones

Añade Urrutia que los ordenamientos jurídicos democráticos se están mostrando "insuficientes para acotar el cada vez más complejo fenómeno de las sectas, como derivación de las religiones en las sociedades contemporáneas". En entramado tan peculiar están proliferando y son especialmente desconocidas las ramificaciones del protestantismo que llega de América.Y suma dos elementos más que hacen muy difíil su control previo: "En una sociedad democrática, no es posible rechazar el registro de estos grupos cuando lo solicitan si no se han constatado hechos delictivos. Además, lo que muchas veces se llama secta en los medios de comunicación, no recibe tal calificación después, cuando las denuncias llegan a los tribunales, como es el caso de los Niños de Dios".

Víctor Urrutia expone dos casos cuyo registro ha sido rechazado en España como entidades religiosas: la Iglesia de la Cienciología y su rama Dianética; y la Iglesia de la Unificación, más conocida como secta Moon. "En cualquier caso", termina, "si no se registran como entidad religiosa, una sociedad democrática les ofrece una oferta jurídica múltiple para poder moverse, desde entidad social-cultural a estructura empresarial".

Urrutia señala que las mayores sorpresas pueden llegar a través de organizaciones que han nacido en Latinoamérica y Estados Unidos, por haber una cultura religiosa menos estructurada que en Europa, lo que puede derivar en sectas. E indica que en la UE hay una auténtica preocupación por el asunto de las sectas, y ya se mantienen contactos para, juntos los quince países, acometer el asunto con más información, a través del contraste de ficheros y bases de datos.

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