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La fuerza multinacional fijará su base se en Uganda, fuera de la zona de guerra en Zaire

Canadá, el país encargado de dirigir la Fuerza Multinacional Humanitaria para acabar con la catástrofe en la región africana de los Grandes Lagos, logró ayer un "preacuerdo" con Estados Unidos para lanzar con urgencia una operación militar humanitaria, según un comunicado oficial del Ministerio de Defensa español. El Gobierno de Otawa tenía previsto anunciar anoche esta decisión, que implicaría un despliegue militar internacional con cuartel general en Entebe (Uganda), una base adelantada en Kigali (Ruanda) y "una cierta presencia en Kinshasa (Zaire)", por lo que se excluye un despliegue en las áreas de Goma y Bukavu -la zona de guerra-, como se había barajado con anterioridad.

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El ministro español de Defensa, Eduardo Serra, afirmó ayer que "España está dispuesta a aportar tropas a la fuerza multinacional y a cumplir la misión que se determine, cualquiera que ésta sea". Defensa sigue ofreciendo entre 350, y 400 soldados a la operación, aunque espera a que se defina el papel español para seleccionar a los efectivos. Por el momento, los legionarios con base en Ronda (Málaga) siguen siendo los que cuentan con más probabilidades de ser enviados a África."La intervención internacional habría pasado así a su segundo nivel, el denominado Bravo, posterior al Alfa, de planteameinto, y previo a los niveles Charlie y Delta, de ejecución de la misión", precisó un portavoz de Defensa.

España enviará hoy a Stuttgart (Alemania) expertos militares en logística, transporte aéreo y estrategia para detallar los planes de intervención humanitaria. En este nuevo cónclave militar se establecerá la ubicación de los cuarteles, la participación de cada país, según el tipo y número de fuerzas, y el calendario del despliegue. Entre las opciones de los niveles Charlie y Delta hay una importante diferencia: en el primer caso se contaría con la autorización de los países afectados por el despliegue, pero en el segundo no, y, en consecuencia, exigiría un contingente más numeroso para garantizar la seguridad de las tropas.

Pero la luz verde definitiva a la creación de la Fuerza Multinacional Humanitaria corresponderá a los representantes políticos de los países que han comprometido su aportación ésta. La decisión se tomará en Nueva York, en las próximas 24 horas, en una reunión a la que asistirá en representación de España el embajador ante la ONU, Carlos Westendorp. La composición de la fuerza multinacional, en la que se detallará el número de efectivos españoles, se hará pública mañana tras una nueva reunión en Stuttgart.

El consejero de Seguridad Nacional de EE UU, Anthony Lake, declaró anoche que Washington se prepara "junto con Canadá y otros numerosos Gobiernos" para participar en una fuerza multinacional que tendrá una "doble tarea": "coordinarse con las organizaciones civiles para ayudar al Gobierno de Ruanda a reasentar 600.000 refugiados" y "prepararse para cualquier eventualidad en el Este de Zaire en caso de que sea necesario".

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Según el comunicado del Ministerio de Defensa, fue en la sesión de la conferencia de expertos militares de 29 países celebrada ayer en Stuttgart, en la que también participaron representantes de organizaciones humanitarias, en la que se alcanzó el preacuerdo para la "constitución de una Fuerza Multinacional Humanitaria en la región de los Grandes Lagos".

El teniente general canadiense Maurice Baril, que dirigirá el despliegue militar, no quiso facilitar detalles sobre la posible fuerza de intervención o la contribución de cada uno de los países, y se limitó a señalar que "los Gobiernos deben revisar ahora las opciones existentes". Baril aseguró que los objetivos del despliegue serán estrictamente humanitarios y "política y militarmente neutrales". Baril no indicó en qué país podría establecerse el operativo internacional pues, aunque Zaire se ha mostrado dispuesto a acogerlo, Ruanda, sin embargo, considera innecesario el despliegue.

El general canadiense señaló que las opciones manejadas en la conferencia de Stuttgart "van desde continuar apoyando la asistencia humanitaria que actualmente se presta, así como la repatriación voluntaria de refugiados, hasta utilizar efectivos militares para ofrecer protección".

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