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Los pasajeros hacen la digestión en la pista

Vicente González Olaya

Las responsables de las aerolíneas consultadas ayer destacaron el "notable deterioro del servicio ocurrido en Barajas" en los últimos tiempos. Un empleado de Iberia señalaba que "el aeropuerto, en vez de crecer en instalaciones y medios, crece en tiendas y supermercados". "Van por lo más rentable, los negocios que dejan dinero a Barajas. Ahora hay hasta una galería comercial en los pasillos, cuando lo que tenían que crear son zonas de descanso para los pasajeros. La verdad es que cada día las cosas van peor".Un empleado de Aerolíneas Argentinas relata que hace pocos días esta compañía recogió "a un pasajero que iba andando por la pista". "Le preguntamos que adónde iba y nos respondió, con el billete en la mano, que teníamos que subirle porque éramos su avión. Es increíble que puedan suceder cosas así".

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Y continúa este trabajador: "La semana pasada una persona que vino a recoger a un pasajero nos quiso pasar factura por el aparcamiento. El avión llegó con cuatro horas de retraso. No ha sido el único caso".

Un empleado de Air Portugal señala: "Los retrasos han supuesto un gran perjuicio para una compañía como ésta, que hace trayectos dentro de la Península. Nosotros volamos a Lisboa, un trayecto que se hace en una hora y que realizan muchos hombres de negocios. A causa de los retrasos, tenían que esperar horas y horas. Muchos anulaban las reservas. Decían que andando tardaban menos. Para amortiguar un poco las cancelaciones, no cerrábamos los vuelos. Muchos de los que volaban con Iberia, y que tenían billete para la una de la tarde, se daban de baja en esa compañía y cogían nuestros vuelos de las 10 de la mañana, que, a lo mejor, partían a las dos. Así hemos ido aguantando".

Espera en el restaurante

Air Nostrum, una pequeña compañía que efectúa vuelos nacionales, se lleva a los pasajeros al restaurante del aeropuerto cuando los retrasos son grandes. "La gente pide la hoja de reclamaciones cuando lleva dos o cuatro horas esperando. Nosotros no tenemos la culpa. Dicen que son causas técnicas. Lo único que podemos hacer es llevar a los pasajeros al restaurante".Delta Airlines ha encontrado otra solución para hacer la espera agradable a sus clientes. "Si algún avión permanece parado muchas horas en la pista, compramos un catering [alimentos] de urgencia para dar de comer a nuestros clientes. No podemos acabar con las existencias del avión, porque el vuelo es largo".

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En Iberia dado el enorme número de pasajeros que cada día mueve en Barajas -entre 4.000 y 5.000 personas, según las fuentes consultadas-, "es imposible darles de comer en los restaurantes del aeropuerto. Tienen que esperar a que el avión parta para poder disfrutar el catering. Sólo las pequeñas pueden darse esos lujos".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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